Chelsea desembolsó 64 millones de euros por el centrocampista Christian Pulisic, jugador del Borussia Dortmund, y el club que formó al estadounidense no recibirá un centavo por su llegada a la Premier League.
Pulisic comenzó a jugar en el pequeño PA Classics, equipo de Pensilvania que se ha caracterizado por su trabajo en categorías juveniles tanto del futbol masculino como del femenino en Estados Unidos.
Sin embargo, como la US Soccer (Federación de Fútbol de Estados Unidos) no sigue las reglas de la FIFA, el PA Classics no recibirá dinero por la operación entre Chelsea y Dortmund luego de haber actuado con el equipo americano entre 2012 y 2014, antes de ir a la Bundesliga.
Esto se debe a un proceso judicial que ocurrió en 1997, en el que ocho jugadores de la MLS se unieron y realizaron una acción conjunta contra la liga, en la que acusaron a dos clubes de actuar entre bastidores, aseguraron los techos salariales de sus rivales, de modo que pudieran dominar la competición por medio de una maniobra financiera.
El proceso terminó en un acuerdo entre US Soccer y los jugadores. Entre otros aciertos, quedó determinado que la Federación no tendría poder de vetar entradas o salidas de futbolistas de la liga.
Para compensar posibles pérdidas, el dinero de solidaridad fue reubicado para cubrir posibles pérdidas causadas por la salida de jugadores.
A fin de cuentas, la acción judicial destinada a aumentar los salarios y mejorar la viabilidad de la MLS tuvo un efecto secundario: los equipos y ligas de formación no reciben dinero de la FIFA cuando los jugadores que fueron formados por ellos (como Pulisic) se venden por cantidades estratosféricas.
Esta no es la primera vez que esto ocurre.
En los últimos años, equipos que formaron a jugadores del futbol estadounidense como Clint Dempsey, DeAndre Yedlin y Michael Bradley, tampoco recibieron dinero de la FIFA cuando emigraron al mercado europeo.