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Man City necesita recuperar su enfoque o una temporada potencialmente histórica podría terminar convirtiéndose en un fracaso masivo

Pep Guardiola se vio como un hombre quebrado al terminar su épico, pero desgastante partido de en cuartos de finales de la Champions League en el que terminaron eliminados por Tottenham al comienzo de esta semana. La imagen del entrenador de City, de rodillas en el campo de juego con las manos en la cabeza, resumió a la perfección el humor de todas las personas relacionadas con el club.

Los Spurs pusieron fin a los sueños de City de lograr un cuádruple, con la ayuda del VAR, pero la angustia de Guardiola no era tanto por haberse perdido la oportunidad de hacer historia al ganar cuatro trofeos – sino que fue la idea de que se le había escapado de las manos otra oportunidad, quizá la mejor, de regalarle al propietario del equipo Sheikh Mansour bin Zayed al Nahyan la gloria de la Champions League que tanto añora.

Sheikh Mansour y la jerarquía de City en Abu Dabi contrataron a Guardiola en 2016 para que el equipo se convirtiera en el campeón europeo, pero eso es algo que siguen esperando.

Así es, City podría terminar esta temporada con un logro sin presentes de tres copas domésticas, la Premier League, la FA Cup y la Carabao Cup, pero Guardiola y sus jefes cambiarían con gusto esas tres por la Champions League. Aunque eso no es una opción, de todas maneras.

Pero cuando City regrese a la acción de la Premier League contra los Spurs en el Etihad el sábado -- probablemente el último equipo al que quisieran enfrentar este fin de semana -- será crucial que Guardiola y sus hombres puedan dejar atrás el sabor amargo de su fracaso en la Champions League.

Quedarse enojado por las desventajas que presenta el VAR, lamentar las chances perdidas o quedarse con la sensación de que las cosas no les salen bien en la Champions League no ayudará a City en su búsqueda de la corona de la Premier League, pero ese es el riesgo que corren de cara a una semana clave en su carrera por el título.

Guardiola ahora se tiene que levantar y proyectar una imagen más positiva, de otra manera City caerá en picada en medio de una negatividad que hará que se les escapen de las manos otros títulos muy importantes para su temporada.

La actitud de un entrenador puede tener un efecto muy potente en la mentalidad de los jugadores, y en estos momentos, la imagen de Guardiola de rodillas podría afectar de manera negativa al humor en el vestuario de City.

Es difícil imaginar a Sir Alex Ferguson reaccionando de una manera similar con Manchester United o a Zinedine Zidane con Real Madrid. Una actitud de desafío sería la única emoción que podrían manifestar cualquiera de estos dos ganadores seriales.

La reacción de Guardiola dejó al descubierto la enorme presión a la que está sometido para poder lograr su objetivo, tanto por él mismo como por los propietarios de City, y eso se puede transmitir a los jugadores, que ya tienen suficiente en sus mentes mientras intentan dejar atrás su eliminación de la Champions League para enfocarse en Liverpool y el título de liga.

City tiene por delante una seguidilla mucho más complicada que la del equipo de Jurgen Klopp, con el partido de los Spurs el sábado seguido de un viaje para visitar a Manchester United el próximo miércoles.

Si logran sumar seis puntos en esos dos partidos, la balanza se volverá a inclinar a su favor, pero es claramente una semana crucial la que el equipo de Guardiola tiene por delante. Van a tener que superar la fatiga, mental y física, la confianza dañada y la presión de tener que superar a Liverpool.

Tienen que barajar y dar de nuevo. City tiene los jugadores para ganar los cinco partidos restantes y quedarse con el título. También van a esperar superar a Watford en la final de la FA Cup para quedarse con una barrida domestica -- City además ganó el Community Shield en agosto.

Pero la duda que los sobrevuela no tiene nada que ver con la habilidad del equipo de Guardiola, ya que la misma ha quedado demostrada en sobradas ocasiones.

City volvió a demostrarlo contra los Spurs el miércoles, cuando ganaron por 4-3 esa noche, pero fueron eliminados por la regla de los goles de visitantes por 1-0 en el partido de ida.

Estuvieron tan cerca de la gloria en los cuartos de final y bien podrían estar preparándose en este momento para la semifinal contra Ajax. Pero pensar en eso es lo último que Guardiola y sus hombres deberían hacer en este momento. Ese pensamiento de lo que podría haber pasado mejor dejárselo a los fanáticos.

En vez de pensar en lo que no fue, Guardiola y City ahora deben concentrarse en el desafío de lograr lo que no ha logrado otro equipo inglés en la historia y quedarse con todas las copas domésticas en una temporada.

Seis victorias en seis partidos los dejará dentro de los libros de historia, pero si eso puede ser suficiente para que Guardiola y sus jefes se sientan conformes es algo que está por verse.