Fútbol Americano
Daniel Montes de Oca 7y

Héctor Moreno: El tomatero que se convirtió en romano

CIUDAD DE MÉXICO -- Creció entre pelotas y bates en su natal Culiacán, Sinaloa, y apenas tuvo conciencia se hizo aficionado de los Tomateros de la Liga del Pacífico.

De niño le apodaban ‘Cachi’ (contracción de cachirul) y soñaba con ser cantante o beisbolista mientras escuchaba música de banda, antes de que el balón y el futbol aparecieran entre sus prioridades.

Fue gracias a su padre, César Moreno, quien trabajaba como encargado del estadio de futbol de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que Héctor tuvo su primer contacto con el balompié.

A partir de ese momento, ‘Cachi’, un niño introvertido y estudioso, inició el romance más duradero de su vida, pues empezó a entrenar cuatro días a la semana, y como sus papás no podían recogerlo porque ambos trabajaban, se quedaba en casa de su abuela paterna.

“Fue un niño muy introvertido, llegaba de la escuela, estudiaba y practicaba su deporte con sus amigos, era muy tranquilito, muy relajado, gracias a Dios nunca fue vago y yo creo que ahí están las bases, si se hubiera criado en ese ambiente no estaría en donde está”, contó Alcira Herrera, madre de Héctor, en una entrevista con el diario Noreste de Sinaloa.

Los fines de semana eran totalmente futboleros para la familia Moreno Herrera, pues los sábados por la mañana César hijo tenía partido, y por la tarde César papá hacía lo propio; mientras que los domingos tocaba el turno a Héctor.

Después de jugar llegaba el momento de la tradicional mariscada estilo Sinaloa, acompañada con una tarde de futbol por televisión.

Con el paso de los años resultó evidente que el amor de Héctor por el balompié iba más allá de una simple afición, y llegó el momento de que dejara el nido para ir en busca de su sueño.

Fue así como a los 15 años llegó al Distrito Federal para ingresar a las fuerzas básicas de los Pumas.

Vivía en la Casa Club ubicada en el Barrio del Niño Jesús, en la delegación Tlalpan, junto con todos los menores que procedían del interior del país persiguiendo el anhelo de ser futbolistas profesionales.

Su clase para defender, una educada pierna zurda y la convicción de que estaba ante la oportunidad de su vida, provocaron que Moreno destacara de inmediato en Pumitas y tuvo un ascenso relampagueante por las distintas categorías del club, y por consecuencia llamó la atención para conformar selecciones nacionales con límite de edad.

En 2005 fue parte de los ‘niños héroes’ campeones del mundo con la Sub 17 que hizo historia en Perú derrotando 3-0 en la Final a Brasil.

Su paso por la Primera División de México fue relativamente corto, pues en 2008 fue contratado por el AZ Alkmaar de Holanda, club con el que fue monarca de la Eredivisie en su primera temporada, en la que también sufrió una fractura.

Héctor Moreno está por cumplir 10 años en Europa que se resumen en cuatro años con el AZ, cuatro con el Espanyol de Barcelona y dos en el PSV, donde también ganó la Liga.

A sus 29 años, tiene más de 300 partidos en el Viejo Continente, supera los 25 goles pese a ser un defensa central, y hoy dio un paso decisivo en su carrera al ser fichado por la Roma, club emblemático e histórico de Italia que, por si fuera poco, jugará Champions League la próxima temporada.

Así las cosas, el fanático de la Fórmula 1 y Checo Pérez que habla inglés, holandés y español, emprende una nueva aventura, una aventura italiana.

Héctor jugará bajo el cobijo del Dios romano Saturno, en el equipo de otra deidad que acaba de despedirse: Francesco Totti.

‘Cachi’ llega a Roma. El tomatero se convirtió en romano…

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