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El mejor jugador del mundo, Cristiano Ronaldo, fue confirmado como refuerzo de la Juventus hace unos días. La última vez que la Serie A de Italia sacó al actual ganador del Balón de Oro de la FIFA de otra liga fue en 1997, cuando el Inter de Milán contrató a Ronaldo 'Fenómeno', proveniente del Barcelona. El delantero brasileño había ganado la premiación en 1996, cuando convirtió 47 goles en 49 partidos por los blaugranas. El equipo, que tenía siete años sin títulos italianos, pagó la cláusula de rescisión de 32 millones de dólares. Ronaldo vistió la camiseta 10 al principio, pues la 9 pertenecía al chileno Iván Zamorano. El brasileño marcó otros 14 goles por el equipo italiano hasta el final del año y fue elegido por segunda vez seguido por el mejor jugador del mundo. El atacante ganó el apodo de Fenómeno durante su paso por Italia. Después de conquistar la Copa de la UEFA de 1998 por el Inter de Milán, el brasileño sufrió graves lesiones en la rodilla que lo alejaron de las canchas por un largo periodo. Después de la Copa del Mundo de 2002, Ronaldo quiso salir del equipo italiano alegando no tener buenas relaciones con el entrenador argentino Héctor Cúper. Fue contratado por el Real Madrid, en el que permaneció por cuatro temporadas. Posteriormente, regresó al fútbol italiano en 2007, cuando permaneció por una temporada en el Milán, antes de sufrir otra grave lesión en la rodilla.  OTROS BALONES DE ORO EN ITALIA En 1998, Zinedine Zidane jugaba en la Juventus cuando ganó el Balón de Oro. El galo destacó después de ganar la Copa del Mundo y meter dos goles en la final contra Brasil. En 2002, Rivaldo fue contratado del Barcelona por el Milan tras destacar en el Mundial de ese año con la selección brasileña. El mediocampista fue elegido el mejor del mundo por la FIFA en 1999, cuando jugaba con el equipo catalán. A pesar de no haber repetido las mismas actuaciones de Camp Nou, el brasileño ganó la UEFA Champions League de 2003. Ganador del Balón de Oro en 2001, Figo salió del Real Madrid al Inter de Milán en 2005. Él ayudó al equipo de Milán a romper un ayuno de 17 años sin títulos de la Liga italiana (ganó otras tres ediciones) y una Copa de Italia.
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