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Roberto Mancini tendrá una nueva oportunidad con la "Azzurra"

Italia empató a cero en San Siro contra Portugal manteniendo así matemáticamente el segundo puesto de su grupo en la Liga Europea de Naciones, por lo que podrá mantener su categoría y será la inoperante Polonia quién descenderá a la liga B. Mañana se enfrenta a Estados Unidos en Bélgica, en una nueva oportunidad de probar sus armas con balas de fogueo.

No ha sido un buen arranque de la era de Mancini al frente de la Azzurra. En nueve partidos, el estratega sólo ha podido ganar dos partidos, una pobre renta para un equipo que hace 12 años levantó una copa Mundial y hace seis llegó a una final de la Euro.

Nadie puede estar contento con el año 2018 de la selección italiana, a menos que se sea un optimista furibundo. En ese caso, podemos llegar a ver un par de cosas de las cuales se puede llegar a estar orgulloso y que hacen que Mancini amerite tener la oportunidad enderezar el rumbo y, finalmente, clasificar a Italia para la Euro de 2020.

Lo primero que cabe destacar es la nueva personalidad del equipo.

Aunque nadie puede obviar la falta de gol del grupo que tiene entre manos Mancini, pero no es menos cierto que tras la salida de Gian Piero Ventura y el caos en el que sumió al equipo, la claridad de ideas con las que se ha presentado en el puesto el ex del Inter de Milán, Manchester City o Zenit, se ha recibido como un gran golpe de aire fresco.

El técnico instauró el 4-3-3, pidió solidez defensiva y concentración táctica ante todo, para luego dar rienda suelta a la velocidad por las bandas de jugadores como Insigne o Chiesa.

La pareja Jorginho - Verratti en el mediocampo ha gustado mucho. Se han asentado como los hombres importantes del eje en la medular, acompañados en los últimos partidos por el imberbe Nicoló Barella, de 21 años que milita en el Cagliari.

Su lugar venía siendo ocupado por Giacomo Bonaventura, pero los problemas de rodilla que han llevado al milanista a perderse lo que queda de temporada le ha dado la alternativa al joven interior --y parece de momento haberla aprovechado.

Atrás las cosas siguen muy claras. Mancini intentó llevar a cabo el relevo generacional en sus primeros partidos, pero luego debió pensar que los cambios de a poquito suelen salir mejor. Una cosa era darle las llaves de la portería a un joven de 19 años como Gianluigi Donnarumma ante la retirada internacional del incombustible Gigi Buffon, y otra muy distinta era cargarse de un plumazo a los bastiones defensivos de la última década.

Romagnoli, Caldara o Rugani está llamados a ser los nuevos líderes del equipo en la retaguardia, y aunque faltos de experiencia, de momento no han sufrido ningún gran varapalo como para pensar que sus carreras en la Azzurra no serán largas y fructíferas, pero de momento, Mancini va a lo seguro y sus dos centrales continúan siendo Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci. Nada hace presagiar que antes de la Euro 2020 alguno de los dos pierda su puesto en el once.

En la delantera es donde más rango de mejor existe, pues en los nueve partidos de la era Mancini Italia sólo ha marcado siete goles, pero incluso en esa situación parece que el estratega se ha decantado por la que podría ser su tripleta de delanteros en el próximo bienio.

Federico Chiesa, Ciro Immobile y Lorenzo Insigne son sus hombres gol a pesar de andar con la pólvora mojada, y sólo opositan a esos puestos jugadores como Bernardeschi, Lasagna o Politano.

De momento parece que Mancini se ha olvidado de su propósito inicial de hacer volver por sus fueros a Mario Balotelli o de darle una oportunidad a Simone Zaza, por lo que para, bien o para mal, la suerte parece echada a menos que en los próximos 18 meses aparezca algún bombardero en el Calcio.

Así las cosas, Mancini tiene suerte de que el principio de su etapa al frente de la selección italiana no ha sido un descalabro total y la federación, que sabe perfectamente que tampoco cuenta con grandes opciones al banquillo nacional, no va a dejar de apostar por el exdelantero legendario de la Sampdoria.

La segunda oportunidad será la definitiva. En 2019 la Federación sólo admitirá la clasificación a la Euro como premio mayor. De lo contrario, Roberto Mancini no encontrará la red que ahora le ha salvado al momento de saltar al vacío.