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Atlético Madrid sigue en problemas, ahora son los reclamos salariales

El Atlético Madrid se ha convertido en uno de los equipos más grandes de Europa y como tal está teniendo los problemas típicos de los clubes que aglutinan estrellas y atención mediática. Cuando recién se cumplen siete años de la proverbial llegada de Diego Simeone al banquillo del equipo, poco queda ya del club que se encontró el argentino entonces, medio en ruinas, con una situación económica más que preocupante, y con un mejunje de jugadores poco - o nada - identificados con la entidad.

Simeone ha sabido conformar un equipo ganador, aguerrido, con todas las hechuras de un equipo de leyenda, sustentado en pilares básicos que han perdurado en el tiempo (Juanfran, Godín, Filipe Luis, Tiago, Gabi, Koke etc.) y en estrellas que han ido llegando al equipo en este tiempo para afianzar el proyecto.

Sin embargo, algo cambió el verano pasado, pues por primera vez en la última década, el club hizo un esfuerzo económico descomunal para mantener a su buque insignia, el francés Antoine Griezmann, en el plantel. El trato de favor que no tuvieron en su día Sergio Agüero, Radamel Falcao, o los propios Filipe Luis y Diego Costa - que tuvieron que salir para después volver - lo tuvo la directiva con el ahora campeón del Mundo y Balón de Bronce en 2018.

26 millones de dólares netos al año tienen la culpa de que el francés no firmara el contrato de su vida con el FC Barcelona y optara por mantenerse en el club colchonero para intentar levantar la ansiada Champions League en su nueva casa, el Wanda Metropolitano, el 1 de junio de 2019.

Pero claro, como dicta la ley de causa y efecto, esa renovación ha hecho que la plantilla se alborote y muchos de sus jugadores se planten en las oficinas del club a preguntar que cuando les toca a ellos.

La semana pasada cayó la bomba en el club, por una noticia adelantada por el diario Marca, de que el Bayern de Munich estaba dispuesto a pagar los 97 millones de dólares de cláusula de rescisión que tiene en su contrato Lucas Hernández. El central y lateral izquierdo francés, también campeón del mundo como Griezmann, renovó su contrato el verano pasado subiendo así el precio de su libertad hasta los 97 millones para espantar - entre otros - al Real Madrid, que intentó en dos ocasiones contactar con el entorno del jugador para tantear su fichaje.

Lucas decidió entonces quedarse en el Atlético de Madrid, pero seis meses después, podría haber decidido poner rumbo a la Bundesliga para convertirse en el líder de la zaga muniquesa a partir de este mes de enero.

Tras la tormenta inicial y, varias conversaciones con el jugador e incluso con el conjunto bávaro, parece que de marcharse, no sería por las malas ni a mitad de temporada, por lo que el Atlético de Madrid cuenta ahora con otros seis meses para convencer a Lucas de que su sitio está en Madrid… y eso no significa más que hacer el esfuerzo para ofrecerle una ficha más alta.

Cuando las cosas parecían solucionadas - de momento - con el lateral, le tocó el turno a Thomas Partey, quien tras el último partido de Liga aseguró en los micrófonos de la televisión que no está contento con su rol en el equipo.

El mundialista por Ghana es uno de los hombres fuertes de Simeone, que ha ido moldeando su carrera en el club, primero con dos cesiones a Mallorca y Almería, y luego con oportunidades de mostrarse en el primer equipo poco a poco hasta lograr asentarse hace ya dos temporadas como jugador en pleno efecto de la primera plantilla.

Sin embargo el ghanés no está feliz. Por un lado, no tiene un puesto de titular en el equipo asegurado, menos desde que este verano llegó al club Rodrigo Hernández, quien compite directamente con él y es visto como el futuro líder de la medular rojiblanca. Por otro, no piensa que Simeone cuente con él para los partidos grandes y determinantes del año; Thomas es un gran comodín, capaz de jugar de mediocentro, interior, lateral derecho y hasta de central, pero Simeone no suele recurrir a él cuando el equipo cuenta con todos sus efectivos y las papas arden en el campeonato.

Con 50 partidos, el año pasado Partey fue el sexto jugador que más jugó en el equipo, sólo superado por algunos de los líderes del vestuario: Sául, Koke, Oblak, Correa y empatado con Gabi. Este año, ya ha disputado 21 partidos, 13 de ellos como titular, volviendo a ser de los jugadores más utilizados por “El Cholo”. Rodri, por hacer la comparación, cuenta con 23 apariciones en lo que llevamos de competición, aunque 20 de ellas como titular por las 13 del ghanés. La verdad es que de falta de minutos no puede quejarse Thomas, quizás sí de los momentos en los que es utilizado, pero nada más.

Por eso, no nos engañemos, lo peor de la situación de Thomas no es otra que, con poco más de dos millones de dólares netos de sueldo al año, sea uno de los jugadores peor pagados de la plantilla rojiblanca. El ghanés debe entender que es el momento de presionar, seguro alentado por alguna buena propuesta que le haya llegado desde Inglaterra o Italia, y visto que el proceder de muchos de sus compañeros ha sido similar, ha pensado que estaba ante su gran ocasión para sacar tajada.

Tras sus palabras, Thomas intentó matizar en redes sociales que él está muy feliz en el club y que quizás sus declaraciones se malinterpretaron, que suele ser la típica excusa que dan los futbolistas que están en plena operación en busca de un aumento de contrato. Simeone tiene una conversación pendiente con el centrocampista y está por verse cómo salen ambos de este embrollo.

El Atlético de Madrid tiene frente a sí una situación complicada. La plantilla que tantas alegrías le ha dado en los últimos siete años se va a haciendo mayor y el esfuerzo económico que se hizo para retener a Griezmann ha traído ahora los efectos colaterales de la rebelión de los talentos emergentes, que quieren cobrar como piensan que merecen. El problema es que el club, aunque saneado económicamente, no tiene una situación tan boyante como para poder satisfacer todas las demandas salariales.

En los últimos dos veranos se han invertido más de 100 millones de dólares por curso para impulsar una mejora del nivel general de la plantilla para poder pelear cara a cara con el FC Barcelona, Real Madrid, Manchester City, Bayern de Munich o Juventus, pero ahora hay que mantener a todas esas estrellas contentas, y eso cuesta quizás más dinero del que genera el club.

La directiva deberá manejar la situación con tiento y aplicar la lógica que han venido aplicando en el último lustro de competición, y que justamente les ha puesto en la privilegiada situación en la que se encuentran ahora mismo. Simeone y la directiva deberán ser muy estrictos a la hora de decidir a quién sí y a quién no se les sube el sueldo, pues dar barra libre a toda la plantilla podría acabar con esta bella historia que han sabido crear tras más de 20 años de penurias económicas.