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Al primer año de Cristiano con Juventus le faltó lo único que querían todos: la Champions

A Cristiano Ronaldo le entregaron el primer premio de la Serie A al JMV el fin de semana pasado. La decisión de crear nuevos premios – reconociendo a mejor arquero, defensor, mediocampista y atacante – fue oficialmente parte de la última renovación de la liga, pero el timing pareció muy coincidente: ¿es una iniciativa que hubiesen lanzado si Cristiano no se hubiese mudado a Italia el verano pasado? El nuevo premio ayudó a que Cristiano sintiera el amor y reconocimiento de su nuevo hogar mientras que también se sintió como una estrategia para asociar a la liga – y no sólo a Juventus – con el jugador de 34 años y su alto perfil global, que tal como mi colega Sam Borden ha escrito, no ha escapado al escrutinio esta temporada en medio de serias acusaciones hechas por Kathryn Mayorga.

A diferencia de la Gran Gala del Calcio, la principal ceremonia de premiación de Italia que se lleva a cabo todos los inviernos, el ganador no fue definido por la votación de los jugadores. La firma Ernst & Young procesó los números usando información de Opta, STATs y Netco Sports para decidir un nombre y Cristiano apareció en el número uno.

El resultado dio lugar a un gran debate en Italia. Cristiano es el JMV en un sentido literal y en términos absolutos. No hay otro jugador más talentoso que él en la Serie A. Es la incorporación más cara en la historia de la liga y es el jugador con el sueldo más alto, cobrando más del triple de lo que recibe el jugador que lo sigue en segundo lugar (Gonzalo Higuaín). Pero en cuanto a sus performances a lo largo de esta campaña, ¿realmente se merece esa distinción como el Jugador Más Valioso?

El último partido de este fin de semana en Marassi dejará esa pregunta en suspenso. Juventus termina la campaña de visitante ante Sampdoria, que tiene a su propio Ronaldo – el mediocampista inglés de 20 años que sabe hablar varios idiomas – y el mejor atacante de la liga, Fabio Quagliarella. Los fanáticos de Samp no son los únicos que creen que el veterano también tenía muchas chances de quedarse con el premio al JMV. Quagliarella ha equiparado el récord de Gabriel Batistuta de 11 partidos con anotaciones, fue nominado al gol de la temporada con el que marcó ante Napoli y ganará el título Capocannoniere por su cantidad de goles a menos que algo loco suceda el domingo.

Quagliarella está a un gol de igualar el récord de una temporada en Samp (27) y nadie más en la historia de la Serie A ha tenido un año tan prolífico como él a su edad. El delantero veterano combinó para la mayor cantidad de goles de su equipo que cualquier otro futbolista en la Serie A y sigue arriba de Cristiano en cuanto a cantidad de anotaciones incluso cuando se restan los goles de penales de ambos récords: Quagliarella convirtió nueve, el portugués marcó cinco.

Pero en vez de continuar con este debate sobre el JMV, que dejaremos para nuestra columna de la próxima semana con el fin de la temporada, queremos hacer una pausa aquí para considerar qué era lo que se esperaba de Cristiano en esta campaña.

En agosto pasado, se esperaba que estableciera nuevos récords en la Serie A. Superar el récord de Juventus de anotaciones de una temporada (32 goles), algo que muchos habían intentado y fallado en los 85 años, sin dudas no iba a ser problema. Lo mismo se pensaba para el récord de liga (36) establecido por Higuaín en su última temporada con Napoli, el hombre al que despidieron sin pena ni gloria para que se sumara CR7.

En última instancia, Cristiano se quedó corto. En su defensa, el último ganador del Scudetto que se quedó con el título Capocannoniere fue Inter (y Zlatan Ibrahimovic hace diez años) y Juve es un equipo que tiende a repartir los goles y compartir la carga de trabajo para poder ser competitivo en todos los frentes. De todas maneras, no sorprende ver a Cristiano cuarto en la lista de goleadores, detrás de un jugador de 36 años, de un polaco que salió de la nada (Krzysztof Piatek) y de un colombiano volátil (Duvan Zapata) que está disfrutando de un año de carrera.

Deberíamos recordar que es la primera temporada de Cristiano en un nuevo país, aunque se pude decir lo mismo de Piatek, que hizo un cambio de Cracovia a Genoa el verano pasado y se mudó a Milán en enero. Cristiano venía de un verano en el que se disputo el Mundial y una pretemporada corta, al igual que otros jugadores de Juventus. Tenía que conocer la liga, una cultura diferente y a sus nuevos compañeros de equipo. Ellos tenían que entenderlo y descifrar qué era lo que él quería de ellos dentro de la cancha. Massimiliano Allegri tenía que experimentar con nuevos sistemas, sociedades y otras combinaciones para poder posicionarlo en el lugar en el que mejor pudiera hacer su trabajo sin perjudicar el equilibrio del equipo.

Después de necesitar más de cinco horas para anotar sus primeros goles con la camiseta blanca y negra, entró en una racha terminando la primera mitad de la temporada como el principal anotador y el debutante de Juventus más prolífico desde John Charles en 1957. Pero no logró brillar en la fase de grupos de la Champions League. Expulsado en su debut contra Valencia, asistió a Paulo Dybala para el gol ganador contra Man United en Old Trafford y marcó con una magnifica volea – probablemente su mejor gol para el club – en el partido de vuelta. Pero ese mismo encuentro, la actuación más fluida de Juventus de toda la temporada según la opinión de Allegri, terminó en una sorpresiva derrota.

Además, si Cristiano no hubiese intentado cabecear el tiro de Dybala contra Young Boys dos semanas después, hubiesen empatado y no perdido en Berna. En retrospectiva, ese episodio se siente curiosamente simbólico. Cristiano metiéndose en el camino del argentino ha sido el tema de la temporada.

La segunda mitad de la temporada fue exactamente lo opuesto. Después de su hat-trick en el partido de vuelta contra Atlético Madrid – el momento culminante del cristiano esta temporada – él dijo, "para esto me trajeron", y tenía razón. Anotó en las dos piernas contra Ajax y tiene derecho a pensar que él hizo su parte. Después de la eliminación de Juve, la madre de Cristiano comentó que él le dijo, “no puedo hacer milagros” y el gesto que hizo dentro de la cancha, que algunos interpretaron como – intentaré decirlo de la manera más diplomáticamente posible – que sus compañeros lo hicieron enojar, lo dijo todo.

Mientras tanto, en la liga, Cristiano ha anotado la mitad de los goles en la segunda mitad de la temporada (7) en comparación con la primera (14). Gran parte de eso se debe a que lo han hecho descansar para los partidos contra Atleti en la Champions League o para que se recuperara para enfrentar a Ajax después de la lesión en el muslo que sufrió en marzo. Miren sus goles nuevamente y lo que verán, dejando de lado el misil que lanzó contra Empoli y el bombazo antemencionado contra United, es que en su mayoría son toques incompletos o él es el primero en una jugada de pelota parada. Cinco de sus últimos siete goles en todas las competencias han sido de cabeza: pero hay que reconocer que el de Ámsterdam ha sido una belleza.

Es un año un poco extraño para evaluar, por otro lado, pocos objetarían la idea de que Cristiano es el Jugador de la temporada de Juve. Podríamos decir que extrañan más a Giorgio Chiellini cuando él esta fuera. Mario Mandzukic anotó goles más importantes en partidos más reñidos – aunque por lo general fue asistido por Cristiano -- y Wojciech Szczesny se distinguió en su primer año completo como el Nro. 1 del club. (Recuerden, sin embargo, que la memorable atajada del penal que pateó Higuaín jugando contra Milán tuvo lugar en parte porque Cristiano le dijo hacía qué lado tirarse).

Cristiano fue al rescate de Juve en Bérgamo contra Atalanta en la liga, tal como lo hizo en la Champions League contra Atleti. Definió el derby de Turín y marcó el gol definitorio contra Milán en el San Siro y en la Súper Copa en Arabia Saudita. Fue parte del equipo que quedo invicto en la liga hasta mediados de marzo y parecía ir directo a superar el récord de puntos del año final de Antonio Conte hasta mediados de abril.

Y, sin embargo, hay una sensación generalizada de que quizá no ha sido tan dominante como muchos esperaban que fuese en Italia. No hubo triplete, no hubo un triunfo en la Champions League. Fue el año menos exitoso de Allegri en sus cinco años a cargo, lo que también explicaría la decisión de arriesgarse a un cambio de DT.

Tal como Maurizio Crosetti lo dijo en La Repubblica: "Si has jugado peor con Cristiano que sin Cristiano, si ganas menos con Cristiano que sin Cristiano, si quedas eliminado de la Champions League de peor manera con Cristiano que sin Cristiano, entonces, te tienes que ir a casa. Es tan simple como eso”.

La Champions League es, en última instancia, donde Cristiano debería ser juzgado. Esa era la prioridad. Después de todo, Juventus no lo firmó para ganar un octavo título consecutivo en la Serie A. pero teniendo en cuenta que salieron de la copa en enero y quedaron fuera de Europa en abril, es entendible que se haga más énfasis en la manera en la que ha jugado en la liga.

De todas maneras, la canción que los fanáticos cantaban el día que él llegó decía, "Portaci la Champions" – tráenos la Champions. Cristiano no ha logrado eso. Todavía no, al menos.