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¿Es la mejor versión de Cristiano Ronaldo de los últimos cinco años?

Los años pasan y cada día es más difícil mantenerse en forma, bajar de peso o hacer las cosas que en nuestra juventud parecían tan sencillas. Claro, todo eso ocurre si no eres Cristiano Ronaldo, que a los 34 parece estar en un momento mucho mejor que en cualquiera de los últimos cinco años. Quizás, incluso, que de los últimos diez.

El portugués recibió el cariño de su hinchada este pasado fin de semana al recibir una camiseta conmemorativa del presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, en el que le felicitaba por los 700 goles como profesional a los que llegó durante el parón de selecciones. 16 minutos después, su contador se ponía ya en 701.

Ronaldo demostró ante el Bologna que está en un momento de forma espectacular. Su gol para abrir el marcador, dejando por los suelos al rival y ajustando el disparo al palo corto de Lukasz Skorupski nos recordó al Cristiano depredador que burlaba defensas como si nada en su época en el Manchester United. De allí salió con 24 años rumbo a Madrid, hace ya más de una década.

Pero quizás la métrica que determine que Ronaldo está en uno de los picos de su carrera no sea, precisamente, la de la cantidad de goles que es capaz de marcar. Del portugués siempre se ha destacado su voracidad anotadora para ser considerado uno de los grandes de la historia. Hasta cierto punto, su facilidad frente al arco contrario hasta se ha llegado a utilizar como algo negativo al definirle, como si sólo estuviera en el campo para marcar y nada más. Como si eso fuera algo malo… imaginen.

Pues ahora justamente Ronaldo no está marcando tantos goles, pero sí que está aportando mucho al juego de su equipo. En Italia lleva cuatro tantos, mientras que un grupo importante de delanteros ya contabilizan cinco, Duván Zapata y Domenico Berardi seis, y el incombustible Ciro Immobile nueve. Además en la Champions League, sólo ha anotado un gol en dos partidos, por lo tanto está bien lejos de los números que solía traerse entre manos el cinco veces ganador del Balón de Oro. Así y todo, pocas veces se le había visto ser tan determinante sobre el terreno de juego de lo que lo está siendo en la Juventus esta temporada.

Hace unos días Ronaldo aseguraba en una entrevista que ganar Balones de Oro para él ya no es una prioridad, que busca seguir disfrutando del fútbol y ganando títulos con su equipo y su selección, antes que enfocarse en los premios individuales. Lo que hace unos años parecía inimaginable es ahora la realidad. Cristiano ha mutado a un jugador extraordinario, maduro, capaz de ser el líder general que siempre se le había pedido que fuera en lugar de aquel chiquillo enrabietado que pensaba que el mundo estaba contra él por ser “rico, guapo y jugar bien al fútbol”.

La Juventus se está aprovechando de esta versión mejorada de Ronaldo, de un jugador superlativo que acapara la atención de todo su ataque de una manera efectiva, más que efectista, que sabe cuando sacrificarse para que quien marque el gol sea otro futbolista, y a quien de repente hemos visto celebrando los goles de sus compañeros como si fueran propios.

Parece que el cambio de entorno y de ciudad, su llegada a Turín el año pasado y su necesidad de volver a ganarse el afecto de una afición que todavía no le tenía como ídolo, le ha hecho entender que con sus cualidades para el fútbol puede generar muchísimo más que el camión de goles que sin duda va a seguir consiguiendo, porque su talento para ello es innato.

El reto para Ronaldo es ahora conseguir que la Juve haga algo grande a nivel europeo. El equipo de Maurizio Sarri se va encontrando poco a poco, haciendo una transición complicada, pero que con el portugués en el equipo se hace bastante más simple. El técnico italiano puede contar en que la presencia del astro luso siempre decante la balanza a su favor, mientras su equipo se acostumbra a su nuevo sistema y sus nuevas directrices. Eso es algo que cualquier entrenador mataría con tener a su disposición.

Pero la prueba del algodón se tendrá que pasar en mayo. Si Ronaldo, en su nuevo rol de comprometido líder del equipo, consigue llevar a la Juventus hasta una nueva final de la Champions League --y encima ganarla--, pocos podrán entonces dudar que la transformación de uno de los mejores goleadores de la historia en un futbolista inconmensurable habrá sido toda un realidad.

A pesar de haber conseguido todo lo que ha conseguido hasta ahora, ese quizás sería su mayor legado en el mundo del fútbol.