Durante la semifinal de vuelta entre América y Rayados, la indisciplina entre los azulcremas se hizo presente una vez más en los momentos más importantes con la expulsión de dos de sus hombres en los últimos minutos del encuentro.
Las Águilas perdieron la cabeza con el polémico penal de Miguel Samudio y que significó la cuarta anotación de Rayados. Paolo Goltz fue el primero que vio la cartulina roja por sus airados reclamos en contra del silbante.
Al momento del penal Samudio quedó dentro de la portería, de rodillas, con la cabeza baja y pensativo. Al momento de ponerse de pie apuntó al cielo y en sus labios se leía "Hay un Dios, hay un Dios".
Instantes después el que fue sacado del campo fue Osvaldo Martínez, el paraguayo naturalizado mexicano siguió con sus gritos en contra del silbante Roberto García Orozco, quien no soportó y dejó a los emplumados con nueve hombres.
Al momento del pitazo final los jugadores de América no soportaron la derrota y se fueron contra el silbante y contra algunos de los futbolistas regios. Andrés Andrade y Michael Arroyo los más calientes por las acciones, mientras que Ignacio Ambriz y Javier Güémez intentaban separarlos.