|
La fecha 5 del Torneo Apertura 2016 del futbol mexicano mantuvo algunas tendencias muy claras. Hubo una magra cosecha de goles, al registrarse únicamente 18 tantos, o su equivalente a dos anotaciones logradas entre 28 jugadores cada 90 minutos, mientras que los futbolistas nacidos en el extranjero siguen siendo los autores de la mayoría de las anotaciones, en este caso dos goles por cada tanto consumado por un mexicano. Una ecuación que resulta apenas natural, dada la superioridad numérica de atacantes foráneos y de que los goleadores nativos son una especie en total proceso de extinción en México, como lo demostró la actuación del seleccionado olímpico en los Juegos de Río de Janeiro. Además, los pocos centros delanteros que ven acción, nacidos mexicanos, como es el caso de Marco Bueno, con el Guadalajara, ni de penalti la meten entre los tres postes. De la docena de veces que los foráneos estremecieron la red enemiga en esta semana, seis fueron goles argentinos, cuatro colombianos, incluyendo el doblete de Juan José Calero, el hijo del desaparecido Miguel Calero, del Pachuca, para contribuir a cortar el invicto de los Pumas en esta fecha. Cabe también puntualizar que, a pesar de haber nacido en Colombia, 'Calerito' es producto del trabajo de fuerzas básicas del equipo hidalguense. Siguiendo con los extranjeros, también hubo goles de un chileno y de un paraguayo. Es decir, de todas las embajadas futbolísticas establecidas en la Liga MX, sólo cuatro países tuvieron representación goleadora en esta semana. La tabla de goleo sigue encabezada por el colombiano Dayro Moreno de los Xolos de Tijuana. Y en cuanto a los autóctonos, cinco futbolistas mexicanos por nacimiento hicieron presencia ante la puerta enemiga, mientras que el décimo octavo gol fue también de autoría mexicana, aunque en el caso de Patricio Araujo, el colimense la metió en propia puerta, la del Puebla, en el triunfo del Atlas por marcador de 3-2.
|
