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¿Momento de separarse de la Copa Libertadores?

En el horizonte viene un punto de inflexión del futbol mexicano con la Copa Libertadores de América. El principal motivo es la incompatibilidad de los calendarios, que hoy se acentúa por la idea de extender a todo el año-calendario la competencia continental. A este paso será muy complicado que esto se mantenga.

Todo este tiempo ha sido una apuesta un tanto híbrida. Iniciando porque son clubes de Concacaf compitiendo en Conmebol; continuando porque no asisten campeón y subcampeón, con lo cual terminaban yendo algunas veces equipos de rebote, incluso otros comprometidos con el descenso; y terminando porque la Copa adapta sus fechas a los calendarios a los equipos sudamericanos, no a los mexicanos.

Económicamente fue muy conveniente para la Conmebol y para la televisión al abrirse a un mercado muy poderoso como el mexicano. No se cobra igual un patrocinio internacional de Copa Libertadores con acceso al consumidor mexicano, que sin él. Para los clubes fue poco equitativa la participación económica, los premios no van acorde con la importancia de este mercado.

Desde el punto de vista deportivo sin duda es una competencia más importante que la Liga de Campeones de Concacaf. La Libertadores es un reto, la Liga de Campeones de Concacaf ha sido dominada por México (ha tenido campeón y subcampeón en seis de los últimos ocho años, y la ha ganado once veces consecutivas).

Debería priorizarse lo deportivo, pero creo que será muy difícil que puedan encontrar un camino que deje satisfechas a todas las partes, principalmente por la saturación de fechas y las distancias. Hay que añadir que desde el 2012 hay un nuevo actor en el reparto, que es la Copa MX que se disputa dos veces por año a mitad de semana que contribuye a tener más apretados los calendarios.

Siempre será mejor enfrentar a River, Boca o Sao Paulo, que al W Connection, al Hanckock Verdes o al Montego Bay United. No hay comparación, sin embargo el rompimiento parece inminente.