MÉXICO -- Cruz Azul voltea hacia el Oriente de la ciudad. Después de dos décadas en el Estadio Azul, los Cementeros pueden construir su casa en los terrenos de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, o en otros predios que se encuentran en consideración. El Gobierno de la Ciudad de México ha ofrecido su ayuda para que el equipo se mantenga en la capital, pero el tiempo apremia. El Club tiene dos meses para decidir si acepta construir su nueva casa, sobre todo si quiere terminar su proyecto en tiempo y forma para una posible mudanza.
El interés de los Cementeros lo confirma Horacio de la Vega, director del deporte de la Ciudad de México, en entrevista con ESPN Digital: “He tenido yo pláticas personales con Billy Álvarez y con Víctor Garcés al respecto. Entiendo que no hay una renovación de su estadio en el futuro. En ese tenor lo que estamos tratando de ver nosotros como Ciudad de México es brindar opciones con la intención de tener un estadio del Cruz Azul. La inversión como tal no necesariamente va a ser del Gobierno de la Ciudad. Nosotros vamos a ser coadyuvantes, como lo hemos hecho para la Fórmula 1 con Alejandro Soberón y CIE, o como lo estamos haciendo con Alfredo Harp Helú para el estadio de béisbol”.
Así los cementeros podrán cumplir un proyecto que se ha quedado en los planos de sus arquitectos durante varias décadas: construir, por fin, un estadio en la capital. Hace 45 años se mudaron y nunca lo han logrado. Pero hoy tienen las jugadas contadas en el estadio que desde hace 20 años es su casa. Un proyecto considera convertir, en 2018, el Estadio Azul en un enorme complejo con un hotel y un gran centro comercial. Esa es noticia sabida. Lo que está en definición es cuál será el destino final del equipo.
Guillermo Álvarez ha dicho al Consejo de Dueños de la Liga MX que no va a dejar la capital del país. Sin embargo, el reloj empieza a ajustarse. Una de las opciones es el Estadio Azteca, el lugar donde los cementeros vivieron sus primeros 26 años en la capital y donde ganaron la mayoría de los títulos que se encuentran en sus vitrinas. Los problemas para regresar al Azteca tienen un origen comercial: la marca de cervezas que se anuncia en la camiseta celeste es competencia directa de la que patrocina al estadio en el que juega el América y ese es un problema difícil de solucionar. Problemas entre patrocinadores han alejado anteriormente al Cruz Azul de una posible vuelta.
Las otras opciones de la ciudad también son difíciles de considerar. El Estadio de Ciudad Universitaria es exclusivo para los Pumas y el de Neza 86 necesita de una gran inversión para convertirlo en una oportunidad apetecible.
Es por eso que se considera seriamente la idea de la construcción. Hay varios predios que se han planteado para un nuevo inmueble en la Capital, según De la Vega: “Todavía no se aterriza ninguno en particular. Entiendo que hay otras dinámicas para tener otro espacio”.
Uno de ellos se encuentra en la Magdalena Mixhuca, el lugar donde en 1996 Cruz Azul estuvo cerca de construir. Su ubicación se reconoce con las de proyectos anteriores. Otras posibilidades están en los terrenos cercanos al Velódromo Olímpico y al Estadio Fray Nano, donde juegan temporalmente los Diablos Rojos del México.
Hace muchos años que Cruz Azul busca construir un estadio, pero diversos factores han detenido el proyecto. Ante este escepticismo, habla el mismo de la Vega: “Así se decía un poco con el estadio de los Diablos Rojos del México. Alfredo Harp llevaba más de 10 años o 15 años buscando una sede, un espacio en la ciudad, se dieron las coyunturas. Hemos hecho una parte importante en el medio ambiente y el proyecto ya está a más del 50 por ciento”.
El tiempo aprieta a Cruz Azul. Por un lado lo acelera la urgencia de que su estadio será derribado en 2018 y por otro lado, los tiempos políticos de un gobierno que deja sus funciones ese mismo año. Los aficionados celestes se preguntan si por fin es tiempo para dejar de ser el eterno inquilino de la Ciudad de México y, al fin, construir su hogar.