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Recuerdos sobre el Maradona campeón rondan el América contra Coras

Getty

MÉXICO -- Dice que todo aquello que se recuerda con el paso del tiempo, que se disfruta mucho, “son cosas que realmente valen la pena en la vida”. Es el pensamiento del profesor Fernando Signorini, quien siguiendo al pie de la letra sus creencias, hoy visitó la Basílica de Guadalupe horas antes de regresar al Estadio Azteca, luego de 31 años en que vio cómo se coronaba Argentina en el Mundial México 86.

En aquel tiempo vino por vez primera a México como preparador físico personal de Diego Armando Maradona y no pudo conocer el santuario católico; hoy cumplió su deseo y se siente feliz por haber aprendido algo nuevo. “Siempre me había preguntado por qué Guadalupe y hoy sé lo que significa en náhuatl”.

Hoy como parte del cuerpo técnico de Coras de Tepic, comenta que “me gusta llenar mis días con cosas inolvidables” que espera revivir en el coloso de Santa Úrsula, durante el juego de los nayaritas ante el América, dentro de la Copa MX.

Así de sensible es Segnorini, quien lleva algunos meses trabajando con Coras, su segundo equipo en la Liga de Ascenso (el otro fue Mérida el año pasado) y el cuarto en el futbol mexicano, pues en los 90 estuvo en Tecos y en Puebla.

“Es un privilegio increíble volver a la capital. Esta noche habrá como duendes que se quedaron a vivir en el Azteca desde entonces”, dice en exclusiva para ESPN Digital, en referencia a aquella final que jugó Argentina y que lo llevó a coronarse frente a Alemania Federal.

“El título fue realmente inesperado. Cuando viajó Argentina a acá para el Mundial, al aeropuerto de Xeixas no fueron ni los parientes a despedirlo. La gente no creía en lo absoluto en el equipo, que se fue haciendo de a poco”.

De ese 86 tiene varias anécdotas, pero una en especial, que es cuando al picarle el orgullo a Maradona, este reaccionó y se comprometió a ser el mejor del Mundial y lo consiguió, pese a haber anotado un gol con la mano, acto criticado y aplaudido a la vez.

Mientras señala que volverá a quedar dentro de la historia, pues Coras juega por primera vez en el Azteca, los recuerdos le fluyen.

EL 'PELUSA' CUMPLIÓ SU PALABRA

Faltando una semana para el Mundial consideró que físicamente Maradona “estaba hecho un cañón”, pero que algo más le faltaba.

Una noche le comentó a Pedro Pasculli, con Diego acostado leyendo, que todos los jugadores que asistieron al Mundial para ser figuras no tenían coraje, pues había leído que Rummenigge prefería el lucimiento de Alemania al personal y lo mismo pensaba Michel Platiní con Francia “y Zico igual y el que te dije… Y en ese momento Diego bajó la revista y me dijo: ‘¿Que te crees, hijo de puta, que es tan fácil?’. Le respondí que sí, que si no se convencía de lo que era todo el trabajo no servía de nada. 'El físico es lo que menos importa; me importa la mente. Creí que ya estabas preparado para el desafío, pero si no lo estás, no sirve'. Me di vuelta y entonces las puteadas resonaban por los pasillos de Coapa”.

Al día siguiente la prensa entrevistó al ‘Pelusa’ y al segundo vio los diarios deportivos y uno decía: “Maradona abre el fuego: ‘Seré yo la figura del Mundial’. Se comprometió y dije: ahora vamos a ser más optimistas. El atreverse a dar un paso más es casi imprescindible en la vida del ser humano. Hay que comprometerse con los sueños, con las ilusiones”.

NO LO MERECE EL AMBIENTE ARGENTINO

Sin chistar, señala que está en México porque aquí es feliz y también porque “el ambiente del futbol argentino no me merece”. Tiene su razón: “Guardo valores éticos que mis maestros me han enseñado, entre ellos el señor César Luis Menotti, Ángel Cappa o el mismo Jorge Valdano”. Afirma que en Argentina “estamos en un precipicio, en un barranco y no hay ninguna manera por ahora de poder ser optimistas”.

Añade que lo que adora en la vida es relacionarse con gente, conocer sus costumbres y por eso se vino el año pasado de su país, dejando allá a su esposa y sus dos hijas, a quienes ve no muy seguido. “Me encanta todo, menos el smog y el terrible tráfico de la Ciudad de México. Nunca la felicidad es completa”.

Comenta que le sedujo la propuesta de Marcelo Michel Leaño, entrenador de Coras, en quien cree mucho y le molesta que lo critiquen sin conocerlo, como ayer lo hizo Antonio Carlos Santos. “También va a pagar el precio de su preparación y su apellido en un ambiente en el que también hay mediocres y miserables”. Dice que Leaño, “un chico preparado”, no jugó al futbol, pero que tampoco lo hizo Arrigo Sacchi y triunfó. “Debe haber respeto hacia un colega de profesión”.

Por otro lado señala que se ha percatado como la gente cuestiona a Ricardo La Volpe al frente del América, cuando nunca se estuvo en una cancha y no saben lo que son las angustias de un jugador, “de ser suplente y no jugar, de esperar renovar un contrato, de errar un penalti, de hacer un autogol”. Añade que esa perfección que exige el monstruo de mil cabezas que es el público y no la tiene él mismo, “si no este mundo sería ideal y no lo es”.