La historia de Tigres es difícil entenderla sin Carlos Miloc, quien este día murió a los 85 años. El uruguayo, que llegó en 1956, marcó un antes y un después con el cuadro regiomontano que en fechas recientes pelea en la parte alta, pero en la época de Miloc no todo fue así.
Durante 13 años estuvo en el balompié mexicano jugando en Monarcas Morelia, León e Irapuato. Tras más de una década como jugador se convirtió en entrenador y fue el Irapuato quien le dio su primera oportunidad, aunque también pasó por Pachuca, Torreón, Tiburones Rojos de Veracruz y Club San Luis en la segunda división. Con los Tuneros consiguió ascenderlos al máximo circuito y los llevó a la Liguilla.
Fue en 1977 que Miloc arribó a Tigres y consiguió el primer título en la historia del cuadro felino en la temporada 1977-78 después de vencer 3-1 en el marcador global a Pumas.
Luego de esto salió al Club Deportivo Guadalajara, posteriormente Tecos y regresó a Monterrey, Nuevo León, para la campaña 1981-82 para coronarse por segunda ocasión con Tigres al vencer al Atlante en penales.
El ‘Tanque’ continuó con su carrera como estratega en el Tampico Madero, Correcaminos de la UAT, Cobras de Ciudad Juárez y en 1991 se coronó con el América en la Concachampions (solamente dirigió el duelo de vuelta) y la Copa Interamericana. Sus últimos equipos comandados fueron Atlético Morelia y el León en 1996.
Posteriormente decidió seguir su carrera como DT en el balompié centroamericano, donde se coronó en cuatro ocasiones con el Comunicaciones de Guatemala.
Ya retirado, Carlos Miloc residió en Nuevo León, las mismas tierras que vieron los primeros éxitos de Tigres y en las mismas que este día vieron morir al Tanque, pero ya como un club consolidado y exitoso en la era actual.