Casi dos años han transcurrido desde la última ocasión en que la Liga MX impuso un veto a un estadio de primera división; en ese entonces, los Zorros del Atlas fueron los perjudicados por los hechos violentos de sus aficionados.
Fue el 19 de mayo de 2015 cuando los Rojinegros sufrieron la suspensión de su inmueble, esto a causa de la invasión de sus seguidores al campo de juego durante los Cuartos de Final del Clausura 2015, en los que quedaron eliminados a manos de Chivas.
En ese entonces, los tapatíos recibieron una sanción de dos partidos a puerta cerrada, que posteriormente se reduciría a sólo uno, además de una fuerte multa económica equivalente a 490 mil pesos mexicanos.
Ese último acontecimiento llegó hace un año y nueve meses y desde entonces se han extendido distintos avisos de veto, entre ellos al Estadio Azteca durante la Liguilla pasada y al Estadio Morelos, también en el Apertura 2016 por un intento de agresión de un invasor en el terreno de juego.
Más allá de la Liga MX, los vetos se han presentado en categorías inferiores, entre ellos el Ascenso MX, donde el Alfonso Lastras fue cerrado por dos juegos a causa de actos violentos de la porra de San Luis, el Estadio Tamaulipas por invasión de cancha en el Tampico Madero vs Potros UAEM y al Club Neza por un incidente en Copa MX.