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Blanco dice que él correría a Peláez

Si Cuauhtémoc Blanco fuera el dueño del América haría una limpia en el equipo. Empezaría, de acuerdo al propio exfutbolista, por Ricardo Peláez y luego por los jugadores. El mítico ‘10’ de las Águilas explicó sus argumentos por los que cree que el presidente deportivo debe salir del equipo al final de esta temporada.

“Yo, si fuera el dueño, sacaría a (Ricardo) Peláez. A final de cuentas son ciclos. Él hizo las contrataciones, él trajo a los jugadores. Es como siempre he dicho, tú como entrenador, aunque tengas a un directivo, tienes que traer a tus jugadores. No promotores ni el presidente deportivo porque quien se juega la chamba eres tú”, explicó en entrevista con TDN.

El actual alcalde de Cuernavaca lamentó la actualidad del conjunto de Coapa, sobre todo, por su estilo de juego, que cree que es muy distante a lo que en su momento logró Ricardo La Volpe en otros equipos que dirigió en el pasado. Es por eso que piensa que lo mejor para el club es una renovación.

“No sé realmente si es el vestidor, si ya no quieren a Peláez, a La Volpe, eso lo saben ellos, pero yo creo que en América deben hacer una limpia, quedarse con los jovencillos y traer a cuatro o cinco jugadores buenos. “Lleva un año que América juega malísimo. (Peláez) Dejó a La Volpe y el América no ha funcionado y quien trajo a los jugadores fue él”, indicó.

Acerca de la forma en la que juega el América, Blanco se mostró contrariado por el hecho de que Ricardo La Volpe estaba acostumbrado a tener otro sello.

“A mí no me gusta, es un desastre. Es que no sé qué le pasó, porque a mí se me hace un excelente entrenador, pero a veces veo las declaraciones y mejor que se quede callado. La Volpe tenía grandes equipos y los hacía jugar bonito, y el América no juega a nada”, aseveró.

‘PIOJO’ ERA MALA LECHE

Blanco igualmente recordó a defensores que enfrentó en sus inicios como jugador como Aurelio Rivera, Octavio Becerril y hasta Miguel Herrera, a quien lo recuerda como “mala leche” por algunas entradas.

“Era muy pesado”, expuso en primera instancia, para después detallar lo riesgoso que era enfrentar a estos defensas:

“Con ellos había que tener cuidado porque te reventaban las rodillas. Miguel (Herrera) era como ‘mala leche’ y hablaba mucho. Nos decíamos de todo. Ahora me llevo bien con él, nos saludamos y todo. No es mi gran cuate, pero me llevo bien con él”, compartió.