PUEBLA -- En un día nublado, que por momentos se asomó el sol, Lobos BUAP debutó en Primera División. Debido a que el partido no fue televisado, se esperaba un lleno en el Estadio Olímpico de la BUAP, sin embargo, el graderío lució como el de un partido más en Puebla.
La emoción no se desbordó en las horas previas, al contrario, fue un día seco. Los portazos de la final de Ascenso quedaron atrás, los accesos estaban sin fila y el recinto lejos de un lleno; eso sí, con aficionados fieles.
Pasaron los minutos, comenzó el encuentro con algunas nubes y con ello la peligrosidad del cuadro licántropo, pero con algunos huecos en las tribunas y varios seguidores Guerreros.
Desde el minuto uno hubo apoyo de los pocos afortunados que pudieron presenciar el debut de Lobos en el máximo circuito, cuando Luis Quiñones clavó el primero, el estadio explotó al igual que con el segundo.
Tres horas nates del debut del equipo licántropo en la Liga MX, las filiales Sub-17 de Santos y de los poblanos disputaron la primera jornada en una cancha al lado del inmueble de la casa de estudios, con los padres como espectadores y uno que otro curioso.
De esta manera comenzó el camino de los pupilos de Rafael Puente del Río en la Liga MX.