Fútbol Americano
Adriana Terrazas 6y

Liga MX Femenil, dividida entre torneo formativo y profesional

MÉXICO -- Layla García arriba a la entrevista con el uniforme de concentración de Monarcas. Las mangas de su chamarra cuelgan de sus manos mientras saluda. Se pone el micrófono sin pensarlo. Claramente esta no es la primera entrevista para la jugadora de 12 años.

Rápidamente deja en claro, también, que está acostumbrada a sorprender a quienes dudan de su capacidad.

"Me gusta que me presionen para siempre dar más porque sé que puedo dar más. Me esfuerzo al máximo y un poco más, entonces creo que no hay ninguna diferencia yo hago lo mismo que todas", comenta al cuestionarle sobre su edad.

Layla no solo es la jugadora más joven de la Liga MX Femenil, lo es por dos años de diferencia. A pesar de ello, toma el reto de ser delantera de su equipo confiada en las habilidades que le permitieron superar los tres filtros previos para formar parte del equipo.

"Tal vez (se haya sentido intimidada), pero solo por unos segundos porque ya después pensándolo bien, no las vas a cargar ni nada así, solo vas a jugar futbol. No es mucha la diferencia", asegura.

A pesar de tener que considerar la madurez física de Layla y otras jugadoras jóvenes, la entrenadora del club moreliano, Verónica Hernández, cree que más allá de ser un obstáculo, la edad de las integrantes le dará una ventaja a largo plazo al plantel.

"Es muy interesante que puedas tener jugadoras menores porque van acompañándose de las de mayor experiencia y esto te permite tener un equipo de más calidad, ir incursionando las jugadoras para que puedan adquirir esa experiencia, pero no con una responsabilidad total", explica.

Una de las principales metas de la liga femenil, anunciada el 5 de diciembre de 2016, es poder encontrar talento para los distintos niveles de la Selección Mexicana.

El torneo fue creado como categoría Sub 23 con límite de cuatro jugadoras mayores de esa edad y solo dos de ellas por partido.

Como consecuencia, el promedio de edad de la liga es de apenas arriba de los 20 años. A pesar de ello, la entrenadora Hernández cree que las redes sociales han ayudado a crear expectativa en torno a la competencia y atraer aficionados pese a que la gran mayoría de las jugadoras no tienen experiencia profesional.

"Las jugadoras, por la edad, en su mayoría las más jóvenes dominan (las redes sociales), entonces ellas prácticamente te enseñan a veces lo que puedes encontrar. Como un fenómeno que ha surgido en las redes sociales tienen grandes alcances y la liga cada vez va cobrando más fuerza, más importancia de que la mujer mexicana futbolista tiene un gran talento y que puede proyectarse aún más", explica.

Poco antes de que arrancara el torneo el 28 de julio, solo un equipo, Xolos, había anunciado que su equipo femenil jugaría en estadio; sin embargo, el fin de semana de la jornada 1, Pachuca, que tuvo el histórico primer duelo del torneo, y Monarcas, cambiaron de opinión. El segundo recibió a 6 mil 170 personas en su partido debut ante Veracruz.

Una semana después, cuatro equipos más abrieron sus estadios para sus primeros cotejos de liga femenil y donde Tigres rompió el récord de asistencia con 8 mil aficionados.

A mitad del torneo, el duelo con mayor asistencia fue el León-Chivas con 25 mil personas en el Nou Camp. A pesar de esta respuesta, dos equipos - Chivas y Pumas - no han realizado ningún partido como local en sus estadios.

Además, los planteles han recurrido a redes sociales, principalmente Facebook, para transmitir sus partidos y así tener mejor alcance con el público.

A pesar del sorpresivo éxito en cuanto a la asistencia a estadios, las jugadoras son cautelosas. Saben que la novedad de la liga ocasiona esas cifras, así como también muchas reconocen que pese a cumplir un sueño de infancia, por ahora no podrán vivir de sus carreras como futbolistas.

Dalia Molina, delantera de Monarcas de 17 años, siguió los pasos de su papá en el futbol luego de que este jugara en tercera división. Así también como él, quiere ser ortodontista.

Rechazó la oferta de su familia de tomarse un año sabático para jugar antes de ingresar a la carrera porque sabe que solo una de esas actividades le garantiza un futuro.

"Yo sé que el futbol no dura para siempre, tengo que tener un 'plan b' porque no sabes si el futbol se va a acabar… Tienes que tener con qué salir adelante. El futbol es mi sueño, siempre ha sido mi sueño y si el estudio me va a ayudar pues me gusta estar en ambos", explica.

De cuatro universidades posibles, Dalia eligió la única que le otorgó cierta flexibilidad en cuanto a ausencias y horarios para que pueda acudir a sus entrenamientos.

Los equipos de Liga MX normalmente entrenan por las tardes para permitir que sus jugadoras acudan a la escuela o trabajen por la mañana. Algunos, como Pachuca, también otorgan becas y casa a miembros del plantel.

"El planteamiento que hizo club Pachuca si bien no tenemos sueldos grandes sí hay una apuesta total de darles casa, alimentación, un sueldo y una beca académica. Además de poder entrenar y ser jugadoras tienen la posibilidad de tener una licenciatura que tarde o temprano sean o no futbolistas podrán ejercer", explica la entrenadora de las hidalguenses, Eva Espejo.

Espejo es una de cinco mujeres que iniciaron el torneo al frente de uno de los 16 equipos. Su equipo ganó el primer torneo de Copa Femenil en el verano y que muchos clubes usaron como último filtro para el torneo de liga. Después de ganar ese torneo, su equipo venció a tres rivales en una gira que realizaron por Estados Unidos. 

Ahora, el presidente del club, Jesús Martínez, tiene planeado construir un pabellón exclusivo para el cuadro femenil pese a que tienen a su disposición todas las instalaciones del equipo varonil.

Estas diferencias con otros clubes representan un reto para la credibilidad de la liga. Las Tuzas ganaron sus primeros partidos 3-0, 2-0, 3-0 y 9-1, con lo que fue notorio qué equipos se prepararon adecuadamente para el torneo.

"Hay clubes que han generado extraordinarias estrategias, han apoyado a sus jugadoras desde el principio y hubo clubes que ni siquiera se integraron desde el inicio o que lo siguen viendo como un costo en vez de como un beneficio... Eso tampoco nos hace sentir bien, tanta diferencia en un rendimiento deportivo", añadió.

Espejo además cree que la postura de Pachuca ha obligado a otros equipos a tomarse más enserio el torneo, pero a pesar de su ejemplo, no cree que la liga pueda ser considerada como profesional todavía.

"Hoy simulamos y jugamos y hacemos todo como profesionales, yo lo que considero es que todavía con un límite de edad, cumplir con minutos (de jóvenes), todavía tenemos esta ambivalencia entre una liga profesional y una formativa, pero para mí es más formativa que profesional en este momento", opinó.

A pesar de promover el desarrollo de talento, el límite de edad también evita que muchas jugadoras puedan pensar en una carrera después de los 23 años y esto a su vez permite que los clubes evadan la presión de sueldos más altos.

Aun así, una de las jugadoras tuzas, la veterana delantera y seleccionada nacional Mónica Ocampo, coincide en que lo más importante es que ya se dio el primer paso.

"Ahora ya mucha gente ya ve el futbol femenil como algo normal, ya no es tanto como antes. Yo platicaba de mis inicios, jugando con niños, obviamente el machismo de escuchar insultos de los propios padres, de los jugadores contrarios. Creo que eso ya ha cambiado bastante. Ahora ya vemos muchas niñas jugando futbol obviamente ya la liga es una realidad y eso poco a poco va cambiando esas expectativas", dijo al respecto.

De cara al final del torneo de Liga MX Femenil, la entrenadora Espejo es optimista sobre los obstáculos que quedan de por medio.

"Hemos visto poco a poco como todos los clubes se han volcado en pro de esta liga y creo que eso también ha sido como agua tibia para el corazón hablando de una liga que había quien la calificó incluso de que había nacido muerta prácticamente", concluyó.

Video guion e investigación: Marisa Lara

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