Fútbol Americano
Daniel Montes de Oca 6y

El Pulso: Paco Jémez, el predicador que se traicionó a sí mismo


EL PULSO


CIUDAD DE MÉXICO -- “La victoria quedará en los libros, pero la forma de conseguirla quedará en la cabeza de las personas”… La frase se le atribuye al entrenador italiano Arrigo Sacchi, considerado en su momento un revolucionario del futbol.

El viernes pasado, Cruz Azul obtuvo un triunfo fundamental en sus aspiraciones de clasificar, pues cualquier otro resultado ante Monarcas prácticamente lo condenaba a un nuevo fracaso.

El equipo brindó los mejores 30 minutos del torneo y fue capaz de reflejar en el marcador la superioridad con un doblete del chileno Felipe Mora.

La Máquina mostró su mejor cara hasta pasado el minuto 40 cuando el veterano Christian Giménez sufrió una lesión muscular al realizar un pique para disputar un balón.

A partir de ese momento el técnico celeste Paco Jémez renunció a jugar y decidió que durante el resto del encuentro (casi 50 minutos) defendería su ventaja. Para ello entró al campo Omar Mendoza, habilitado y exhibido como volante por derecha (es lateral), quien trataría de realizar de forma infructuosa las funciones que hacía el Chaco.

La decisión y postura del entrenador español fue sumamente extraña, pues es de sobra conocida su filosofía en la que predica atacar y cuidar las formas. Sin embargo, hizo todo lo contrario, le cedió la iniciativa a Monarcas y apostó al contragolpe y peligro que pudieran generar el español Édgar Méndez y Felipe Mora.

Aquí resulta oportuno hacer una pausa para recordar una extensa entrevista que Jémez concedió a la revista Líbero, en la que califica al estilo de un equipo como la ideología del futbol, y asegura que solo entiende la vida desde la valentía y el riesgo.

“Me interesa más el cómo. Parece que el resultado lo enmascara todo: jugar mal y ganar parece válido. A mí no me gusta esa idea, yo quiero que mi equipo gane mereciéndolo”.

“A mí me gusta que mi equipo se sienta atacante, dueño del partido durante muchos minutos”…

Cruz Azul terminó prácticamente colgado del travesaño para impedir el empate de Monarcas, que se había acercado en el marcador a través de un tiro libre. En una postura utradefensiva y mezquina de Jémez, incluso hizo ingresar a Enzo Roco para llenar de ‘gigantes’ el área y apuntarse la victoria.

¿El fin justifica los medios? Puede ser. Sin embargo, no es poca cosa recordar que La Máquina ganaba 2-0 jugando de forma brillante, lo que hace suponer que de haber mantenido esa inercia el marcador podía ampliarse. Su entrenador decidió lo contrario.

Y el cuestionamiento a Jémez llega porque es admirador de la filosofía de Pep Guardiola, quien además es su amigo; aprendiz de Marcelo Bielsa, y un eterno predicador de que las formas son fundamentales en el futbol.

Cruz Azul ganó y sus aspiraciones de clasificar a la Liguilla están vivas, cierto. Lo que también atiende a la verdad es que ese Jémez valiente que se da por bien servido si su equipo es capaz de divertir a su afición, al menos ante Monarcas no apareció.

El eterno defensor del “cómo” se traicionó a sí mismo en aras de un resultado que tiene con esperanza a los suyos.

A final de cuentas: “Hay muchas formas de ganar y pocas formas de gustar”…

CUADRO DE HONOR

Atlas Luchador

El torneo de los rojinegros no está exento de la irregularidad que caracteriza a la mayoría de los equipos de la Liga MX, pero justo en el momento que necesitaba dar un golpe de autoridad y demostrar que realmente tiene tamaños para competir por meterse a la Liguilla, lo hizo. Arrastraba una seguidilla de derrotas ante el Guadalajara en el clásico tapatío, pero esta vez ganó el partido que necesitaba e incluso con merecimiento, pues en el balance general fue mejor que su rival. Cierto que las Chivas viven un mal momento, pero en esta clase de duelos eso pasa a un segundo término. Los Zorros aún no están clasificados pero dieron un paso fundamental y dependen de sí mismos para sellar su pase en la última jornada.

REPROBADO

Pachuca Ridículo

Al inicio del torneo el presidente del Pachuca, Jesús Martínez, afirmó que había confeccionado el mejor plantel de la historia del club con refuerzos de lujo como el japonés Keisuke Honda y el chileno Edson Puch, entre otros. La inversión se justificaba, pues los Tuzos estarán en diciembre compitiendo en el Mundial de Clubes y tomarían el torneo de Liga como preparación con la intención de llegar a la Liguilla y ser contendientes al título. Sin embargo, tras caer en casa en esta jornada ante el Querétaro –uno de los peores equipos– se confirmó un sonoro fracaso que ya se asomaba, pues Pachuca quedó sin opciones de clasificar. Pésima campaña con todo y la gran inversión y ahora solo le queda recuperarse del golpe recibido y tratar de llegar en buena forma al Mundial para no firmar un nuevo ridículo.

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