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Técnica de Pachuca no piensa en si dirige a mujeres u hombres

MÉXICO -- Para Eva Espejo, de 31 años, dirigir un equipo de futbol femenil o varonil no es su máximo, no obstante estar demostrando que el cargo le queda a la medida. Llevó al equipo de Pachuca al título en la Copa en la incipiente Liga Femenil del futbol mexicano y ahora lo tiene en la final del torneo Apertura 2017 que disputará ante Chivas; todo eso en menos de un año.

“El equipo siempre estuvo planeado para llegar a lo máximo”, declara a ESPN Digital. “Pachuca es un club muy ambicioso; hizo todo lo que estuvo en sus manos para estar donde estamos. No fue un acto fortuito, sino algo visionario”.

La directora técnica manifiesta que lo suyo es administrar el futbol detrás de bambalinas, aunque desde que se metió al ambiente hace 10 años su actual puesto le ha abierto las puertas del éxito a nivel popular.

Eva es la única persona que le ganó en el torneo al América (3-4), dirigido por un reconocido entrenador, Leonardo Cuéllar, quien prácticamente revivió el futbol femenil en México hace más de 15 años.

“Trato de no pensar en las personas como tal. Respeto mucho la figura de Cuéllar; es un histórico del futbol femenil y se merece mucho respeto, sobre todo por su trayectoria, pero cuando salgo a la cancha trato de no pensar quién está en la otra área técnica ni lo que han hecho. Solo pienso que es un juego más y que vamos a tratar de ganarlo”.

Señala que como entrenadora se ha encontrado con muchas bondades y más como parte del proyecto de los Tuzos, ya que siempre ha tenido ella y las jugadoras todo el apoyo de la directiva. “Lo más difícil ha sido arrancar un proyecto, empezar de cero algo que parecía tan innovador y lejano”.

HAY QUIENES QUIEREN ESTAR EN SU LUGAR

Tras el boom que ha significado el futbol femenil en México considera que dirigir un equipo de mujeres quizá no era tan atractivo para muchos “y hoy es uno de los puestos con más reflectores y por lo mismo más peleados. Hay, inclusive, hombres que quisiera estar en el lugar de nosotras y creo que no por eso deja de ser menos competido que el del futbol varonil”.

Eva nunca tuvo la oportunidad de dirigir a varones de ninguna categoría. Su labor inicial en Pachuca fue atender a niños de varias edades, a cuidar por su bienestar, hasta que dio el salto a uno de los principales escaparates del futbol.

Entró con el pie derecho al futbol cancha, pero su aspiración no es mantenerse durante mucho tiempo en la dirección técnica y menos dirigir hombres en la Primera División.

“Desde hace tiempo supe que lo mío no es estar al frente de un equipo. Me fui preparando para estar atrás de todo lo que hay en la formación de un futbolista mujer o varón-. Me gusta mucho la parte del desarrollo humano, la parte administrativa, directiva”.

Ya sabe lo que es sufrir o gozar como entrenadora; su siguiente paso –afirma- “es ser directora deportiva. Me gustar apoyar en la formación de gente, del patrimonio de un club. Eso es lo que ahora me mueve. Pachuca me ha arropado muy bien y me encantaría hacerlo aquí, pero uno nunca sabe”.

-Como entrenadora ¿qué es lo mejor de ti: lo táctico-estratégico lo motivacional?

“Una de mis virtudes es ser gestora, la gestión de grupos, de equipos de trabajo, con todo lo que eso conlleva: desde enfrentarse a conflictos, resolverlos y hasta pedir ayuda”.

Manifiesta que al formar su cuerpo técnico buscó “que fuera fuerte en mis debilidades y eso me ha dado muchas ventajas. En el equipo tenemos bien claro qué tiene que hacer cada quién y cómo. Tengo claro qué me hace falta y por eso me rodeo de personas que lo tienen”.

HONRAR LA GRANDEZA DE PACHUCA

Por último, recalcó que la fortaleza de las Tuzas, de cara a la final es su trabajo en conjunto, “más la pasión y corazón que las jugadoras le ponen a todo. Son guerreras y ambiciosas”.

En cuanto a las debilidades señala que “no hemos sido muy consistentes en nuestro rendimiento; cometemos todavía muchos errores; pero sabemos que ante las adversidades nos reponemos fácilmente”.

-¿Apuestas a que tu equipo será el campeón o ‘hasta no ver no creer’?

“Ser campeón ha sido siempre la apuesta; pero les repito a las jugadoras no nos obsesionemos con el resultado. Depende de nosotras, de nuestro futbol. Aspiramos a honrar la grandeza del Pachuca y si por añadidura se da el título qué bueno, sería la cereza en el pastel”.