Jonathan Orozco llegó a Santos en el Clausura 2017, justo un año después de perder una Final con Monterrey. Fue una dolorosa caída que le causó tener una sed de revancha única que se prometió a sí mismo sacársela en la Comarca Lagunera.
Un año después, luego de un par de campañas infructíferas, lo logró. Lo hizo, además, con oportunas intervenciones que salvaron a los suyos de algunos goles en Toluca. Actuación destacada que valió un campeonato en una de las noches más especiales de su vida.
“He tenido muchas (noches buenas), pero esta la he disfrutado como nunca. Después de un largo tiempo y ser campeón, volver a serlo es algo muy bonito”, indicó el guardameta en entrevista con ESPN Digital.
Orozco, al igual que sus compañeros, estaba eufórico por el triunfo. Fue una noche especial en un equipo en el que prometió ser campeón y trabajó desde su trinchera para ello.
“Tenía una revancha, una espina clavada que era perder una Final y me había dolido en el alma, pero gracias a Dios la pude sacar; prometí ser campeón en cuanto llegué a esta institución y gracias a Dios lo pude lograr”, expuso.
El portero, sin embargo, no se asume como el héroe de la batalla, pues cree que todos en el equipo trabajaron para ello y él simplemente hizo lo que le correspondía.
“Somos unos Guerreros dentro y fuera de la cancha. Son grandes jugadores, pero mucho mejores personas y eso es lo que hizo grande a este Santos; los héroes somos todos porque todos hicimos lo necesario para ganar este título, así que es de todos”, señaló.
El guardameta de los laguneros salvó su marco en varias ocasiones, pero las más espectaculares fueron en el primer tiempo, cuando con dos espectaculares lances impidieron que perforaran su marco, primero fue ante un disparo de Rubens Sambueza y luego con Antonio Ríos.
En la parte complementaria tuvo salidas importantes para impedir que los atacantes de Toluca remataran. En el tanto de Gabriel Hauche poco pudo hacer para impedir que el esférico tocara las redes al minuto 82.