GUADALAJARA -- Los colores rojo y blanco ya los traía tatuados en el corazón sin embargo, Matías Almeyda logró encariñarse de Chivas alcanzando niveles insospechados, y que difícillemte cualquier otro en su lugar hubiera hecho. Confesar abiertamente su amor por el club que hoy lo obliga a irse, además de otras acciones, fueron prueba de su amor por la rojiblanca.
En la conferencia de prensa de su adiós, Almeyda reconoció que hubo un día en que le prestó dinero de su bolsa a los dirigentes para pagar unos premios a los futbolistas, y no cobró intereses a la cúpula rojiblanca.
“Fue hace un año y tanto atrás, después de haber conseguido la Súper Copa, era el bono y estábamos luchando por entrar a liguilla y el bono estaba tardando y yo me ofrecía prestarles ese dinero. Lo presté y el club y me lo devolvió, lo presté por el sentimiento que tengo hacia este club”, dijo.
-¿Volverás algún día a Chivas?
“Yo creo que sí. Hoy me voy, pero voy a volver, no sé cuándo. Ojalá un día tenga mucho dinero y pueda comprar este club, así no me voy más”, dijo entre risas, pero convencido de sus palabras y su sentimiento por el club al cual encumbró.
Sobre el boicot propuesto desde algún sector de la afición, que propone no comprar los productos de Chivas y sus patrocinadores, así como dejar de asistir a los juegos del Guadalajara como local, pidió que no se busque aspectos políticos, sino unirse todos en el fin de que Chivas logre salir adelante.
“La gente va a apoyar, la gente sabe lo que sucedió y ya está. Queremos dejar una linda imagen y que los Chivas hermanos sigan apoyando. Que no piensen lo otro, nosotros queremos esta camiseta, que vengan, apoyen y que nos sigan dando títulos”, dijo, reiterando su sentimiento por el Rebaño, ese mismo que lo llevó a tatuarse la Copa que ganó con Chivas en el Clausura 2017, junto con las doce estrellas que ostenta el Guadalajara.