Después de enfrentar en jornadas seguidas al campeón y subcampeón del futbol mexicano, el siguiente rival que tiene en puerta el Cruz Azul es el Veracruz, equipo que lucha por salir de los últimos lugares de la tabla general y que apenas suma siete unidades después del mismo número de partidos disputados.
En teoría, La Máquina arranca como amplio favorito para llevarse las tres unidades y seguir en su camino por llegar a la Liguilla. Sin embargo, como suele ocurrir en este tipo de partidos, nada está escrito y hay algunos detalles que no pueden dejar de largo los dirigidos por Pedro Caixinha, quienes se mantienen invictos en lo que va de la campaña. La visita de Tiburones está en puerta y hay algunos puntos en los que hay que poner atención:
Ha sufrido en sus últimos dos partidos
Reconocido por Pedro Caixinha, ante Toluca, el conjunto celeste tuvo “suerte” para llevarse las tres unidades de un partido en el que dieron con las redes gracias un yerro de Alfredo Talavera, además de que Jesús Corona salió en uno de sus mejores días. Luego, cuatro días después, frente a Santos, el cuadro cementero volvió a sufrir ante los constantes embates y sacó un empate valioso de la Comarca Lagunera. Si en juegos previos Cruz Azul mostró buena parte de su poderío, en los últimos resintió el cansancio y hasta la calidad de los rivales.
La motivación que significó ganar para el Veracruz
Después del huracán que pasó por el puerto ante la salida de Guillermo Vázquez de la dirección técnica, los Tiburones encontraron un respiro al vencer en casa a Xolos de Tijuana. Ese resultado ayudará en lo anímico a un equipo que pelea por salir de los puestos de descenso y que sabe que no tiene mañana. La motivación de presentarse en el Azteca será distinta con un triunfo a cuestas.
Debe cuidarse de los excesos de confianza
Un problema recurrente en el futbol actual y que ha aquejado Cruz Azul en su historia reciente es que con rivales que en el papel son inferiores, suele pasar malos tragos. Si algo ha logrado esta nueva Máquina en este certamen es que no especula como en antaño y debe salir con esa misma mentalidad ante su afición en busca de una nueva victoria. Cualquier despiste podría ser sumamente costoso en este andar casi perfecto.