MÉXICO -- La afición de Rayados sufrió para entrar al Gigante de Acero y ver a su equipo en la ida de la semifinal ante Cruz Azul. Los seguidores de la ‘pandilla’ hicieron largas filas para acceder al inmueble, ya que la máquina que lee los códigos de barras de los abonos sufrió daños y el ingreso se hizo de forma manual.
A varios minutos que se diera el silbatazo inicial, la gente se formó y esperó hasta que la seguridad y el personal de control de acceso les permitiera entrar y así tomaran sus lugares.
De acuerdo a Cancha del Norte, el caos no tardó en comenzar y los aficionados se desesperaron por la lentitud del servicio, pues tuvieron que ser buscados uno por uno en las listas que tiene el club donde vienen los dueños de los abonos.
Ya con el partido en disputa, la afición regiomontana ingresó por las salidas de emergencia. Minutos después que inició el juego, la seguridad les dio acceso con mostrar el abono.
Durante el segundo tiempo del partido, se informó que acudieron 36 mil 721 aficionados al inmueble con capacidad para 51 mil 348, es decir, el 71% de la capacidad del estadio.