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Gran operativo de seguridad, y granaderos

MÉXICO -- Fuerte operativo de seguridad el que implementó el gobierno de la Ciudad de México para resguardar el Estadio Olímpico Universitario en la ida de las semifinales entre Pumas y América.

Cerca de las cuatro de la tarde comenzaron a llegar los tres mil policías que la Secretaría de Seguridad Pública dispuso para el compromiso de la Liga Bancomer y de inmediato comenzó el operativo. Algunos ingresaron al inmueble para revisarlo; otros se mantuvieron afuera para recibir indicaciones: "No quiero que estén platicando, (al contrario), que en todo momento estén pendientes de lo que sucede. Empieza a platicar uno y luego se suma otro, no quiero eso", comentaban en una reunión previa.

Los uniformados poco a poco tomaron su lugar. Ya para las seis de la tarde, hora en la que abrieron los accesos del estadio, todos estaban en sus respectivos puestos. Lo primero que revisaron fue a la porra de Pumas que ingresó con banderas, bombos, trompetas y rollos de calculadora. Cada artefacto y aficionado fue inspeccionado.

Las personas que arribaron a pie al inmueble pasaban por un filtro de seguridad en los alrededores, tras presentar su boleto en la taquilla de nueva cuenta los revisaban.

Hora y media antes del compromiso cerraron la circulación de Insurgentes para agilizar la llegada de los camiones de los equipos, sobre todo el de América que pasó en sentido contrario por unos metros, rodeado de motos, autos y camionetas de seguridad. La situación fue diferente para Pumas, que arribó a su casa entre menos elementos.

Un aspecto que llamó la atención en el operativo fue la ausencia de los granaderos a las afueras del inmueble, justo un día después de que Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció en su toma de protesta que los policías de choque desaparecerían en su mandato. Ya dentro del estadio, si hubo presencia de policías usando cascos y escudos, con las porras.