El Ascenso MX está integrado por 15 clubes donde solo nueve cumplen con la certificación para llegar a Liga MX, incongruencia de una categoría que, de acuerdo con algunos, antepone la parte económica sobre lo deportivo. Además, se cree que no es aprovechada como una forjadora de jóvenes como división intermedia entre la Sub 20 y la Primera División.
“Este país tiene muchas más plazas de Primera División que lo que hoy, con una serie de requisitos que van más allá de lo estructural y económico, se avala para tener derecho a ascenso”, comenta Mario García, técnico de Tampico Madero, equipo certificado que lucha por no perder la categoría.
Señala que plazas como Irapuato y en su momento La Piedad son de Primera y han sido olvidadas cuando tendrían que haber sido potenciadas de alguna manera, ya que “un club lo hace más su historia y su afición que su infraestructura”.
García, quien suma 15 años en categorías de ascenso, afirma que “nuestro futbol se ha vuelto muy elitista, muy exclusivo. Si queremos ser potencia la Federación Mexicana de Futbol tiene que voltear a todo el país, ser incluyente y aportar capacitación a todos los niveles y una igualdad en el desarrollo de todos, en lugar de ser solo una receptora o manejadora del presupuesto y únicamente enfocarse en la selección mayor y las menores, estas que se manejan medio sui géneris”.
Opina que la Liga de Ascenso también debería ser un medio en el que se formen los jugadores Sub-20 y Sub-17 y no los torneos de sus mismas categorías (que organiza la Liga MX).
“La realidad es que no hay un trabajo de jóvenes que nos haga diferentes, que nos potencialice a estar en el top tres del mundo como Selección Nacional. Los Sub-20 debutan y luego no aparecen; con su torneo se quedan cortos. Están demasiado consentidos y se les da todo. Deben tener condiciones desfavorables para crecer”, añadió.
"(Los jóvenes) están demasiado consentidos y se les da todo. Deben tener condiciones desfavorables para crecer" Mario García
Tiene claro que jugar en canchas de entrenamiento, sin público, sin una obligación real, “no te hace crecer. Métete a Irapuato con 10 mil aficionados y ves cómo aprendes; métete en la plaza de Tampico y ves cómo creces como jugador, como técnico.
“El brinco de la Sub-20 a la Primera es muy grande. Por una reglamentación se meten en la Primera menores por obligación y no por convicción”.
Luis Miguel Salvador, director deportivo de Venados de Mérida, tiene una opinión similar a la de García.
“Los jóvenes siempre deben pasar por una liga de ascenso, enfrentarse a rivales de todas las edades porque es cercano a una Primera”, dijo también en entrevista para ESPN Digital.
En cuanto a los clubes considera que todos deberían tener derecho a ascender y de conseguirlo ser apoyados para poder jugar “como sucede en todos lados, aunque su estadio sea chiquito. Cuesta mucho ascender y creo que al equipo que lo gane deportivamente lo tendría que apoyar de alguna manera para que pueda jugar”.
Para Salvador debe haber “requisitos mínimos importantes para garantizar la solvencia del equipo”, pero no de capacidad de estadio. “Si tiene 15 mil de cupo está bien, no es tan importante; este tema no se le debe dar el mismo peso que otros, sino buscar un equilibrio”.
Añade que, si el estadio no tiene butacas, “pues darle chace de que lo haga cuando ascienda, cuando tenga los apoyos y recursos, patrocinios, que no tienes cuando estás en otra categoría”.