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El director técnico del Red Bulls de Nueva York, Jesse Marsh, no perdió tiempo y en la primera pregunta que se le hizo en rueda de prensa luego de que el Galaxy de Los Ángeles les empatara 2-2, con un gol en los últimos segundos del encuentro, explotó contra la labor del árbitro Hilario Grajeda, aunque, sin mencionar su nombre. “Esto es algo muy difícil de digerir, porque mis jugadores están confundidos, de la misma forma que lo estoy yo, porque nos resulta difícil entender lo que ha sucedido y porqué,” dijo Marsch. Y añadió: “Creo que esto, que es muy doloroso, nos hará más fuertes. Es algo patético, y toda la liga lo pudo ver,” dijo Jesse Marsh, sobre la labor de Grajeda, quien tuvo varias decisiones controvertidas, entre las más notables, una aparente pena máxima a favor del Galaxy que no señaló en los albores del encuentro. “Tenemos a dos jugadores en muletas y en el minuto 47 ya habíamos consumido todos nuestros cambios. Sin embargo, me siento muy orgulloso de mis jugadores, por la forma en que se entregaron,” destacó Jesse Marsch. En el vestuario de enfrente, el técnico del Galaxy, Bruce Arena, parecía un poco más conforme luego de que su equipo viniera de atrás, para quitarse una desventaja de 0-2, y terminar empatando el juego, en los segundos finales del mismo. “Ellos jugaron duro, jugaron muy bien y aprovecharon sus oportunidades de gol. Ambos equipos tuvieron un buen desempeño y ustedes deberían darles crédito,” señaló el estratega del equipo local. “Hubiese sido una pena perder este partido, en el que, por lo que hicimos, merecíamos algo más, pero por lo menos, no merecíamos perder,” agregó Arena, para concluir: “Ashley Cole nos regaló un gran gol para empatar el juego. Ellos aprovecharon errores nuestros para tomar la ventaja pero mi equipo demostró un gran carácter. Especialmente, me gustó la forma en que los jugadores de cambio entraron para hacer la diferencia.”
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