Fútbol Americano
Jeff Carlisle | Corresponsal de futbol en EU 6y

¿Cómo se compara la Semana de la Rivalidad de la MLS con los grandes clásicos?

Cuando se trata de rivalidades, la Major League Soccer se encuentra en una gran desventaja en comparación con sus contrapartes en Europa y Sudamérica. Con pocas excepciones, la mayoría de los clubes de Norteamérica se basan en no más de 22 años de animadversión para definir a sus adversarios más fuertes, mientras que aquellos semilleros tradicionales del deporte pueden recurrir a un siglo o más.

Algunos tienen otra década o dos de mala sangre para calentar sus enfrentamientos, y aquellos con aún menos historia todavía están encontrando formas de aumentar la antipatía.

Está el enfrentamiento entre los Portland Timbers y el Seattle Sounders, una rivalidad que data de 1975 si incluyes partidos de la NASL. La joven rivalidad del derby del Río Hudson ha emergido en medio de los New York Red Bulls y los New York City FC. El enfrentamiento conocido como "El tráfico", la rivalidad entre el LA Galaxy y LAFC, está creciendo como si hubiera consumido unas cuantas cajas de Miracle-Gro, si los dos partidos épicos tienen algo qué ver.

Por supuesto, las raíces en la MLS no son tan profundas como en otras partes. La liga incluso ha considerado apropiado canibalizar algunas de sus mejores rivalidades, con enfrentamientos entre Red Bulls y DC United o el clásico de California entre el Galaxy y los San Jose Earthquakes, que son desestimados en favor de promover juegos más atractivos en Nueva York y Los Ángeles.

Sin embargo, para algunos de los jugadores extranjeros más importantes, las nuevas rivalidades se han adoptado, incluso cuando sus estrellas reconocen que todavía hay espacio para que crezcan.

Este proceso de crecimiento se está acelerando con la llegada de la Rivalry Week, la promoción anual de la liga con la rivalidad que existe entre sus clubes. Es en este tipo de escenario donde los jugadores pueden hacerse un nombre.

El mediocampista del Seattle Sounders, Nicolás Lodeiro, sabe tan bien como nadie cómo un rendimiento en un derby épico puede cambiar una carrera. Él recuerda que anotó a los 20 años un gol con su amado Nacional ante su gran rival Peñarol, en una victoria de 3-0 en Uruguay. Seis años después, él anotó el único gol para Boca Juniors para vencer 1-0 a River Plate en el Estadio Monumental en el clásico en Argentina.

“No había fanáticos de Boca, solo de River, y después del gol todo el estadio quedó en silencio”, dijo Lodeiro a ESPN FC con la ayuda de un traductor.

Lodeiro señala que el partido de sábado en el Providence Park ante los Timbers será “como cualquier clásico, muy difícil”. Sin embargo, hay diferencias con lo que ha vivido en otros lugares.

“En Sudamérica, los clásicos, es más que solo un juego”, dijo. “Continúa con tu vida fuera del campo, con tu familia y con la gente todos los días. Hay muchas cosas en juego además del partido en Sudamérica. Aquí hay muchas pasión, mucha rivalidad, pero está solo en el campo”.

Incluso en el campo, las diferencias pueden ser grandes. El defensor del Galaxy, Ashley Cole, recordó que el derby más loco en el que participó fue en noviembre del 2001, cuando jugaba para el Arsenal y enfrentaron al Tottenham Hotspur. El juego, que terminó con un empate 1-1, fue la primera vez que Sol Campbell jugó en el White Hart Lane con los Gunners después de mudarse el verano anterior a los grandes rivales de los Spurs en Londres, donde había jugado nueve temporadas.

“Ya el odio estaba ahí, y siempre fue una atmósfera increíble en el White Hart Lane”, dijo Cole. “(Campbell) regresó por primera vez, fue increíble, pero fue aterrador. El pobre Sol Campbell fue abusado. Era eléctrico, te ponía la piel de gallina, el pelo estaba erizado en mis brazos y piernas. A veces daba miedo, pero qué partido jugué”.

Por supuesto, "El tráfico" no puede replicar los 109 años de historia del derby del norte de Londres, pero Cole estará entre los jugarán en la edición del viernes en el StubHub Center (10:30 ET, ESPN/ ESPN Deportes). Con LAFC todavía en su temporada de debut, el juego será apenas el tercer enfrentamiento entre los rivales de ciudad. Pero gracias en parte a las asombrosas actuaciones del delantero del Galaxy, Zlatan Ibrahimovic, y a los goles en ambos lados, los partidos han estado repletos de drama.

Cole admite que ha quedado impresionado con la rapidez con la que ha incrementado la intensidad entre los dos equipos.

“Que LAFC tenga la gran base de fans y la pasión, me han sorprendido”, dijo. “Y sí, cuando vinieron aquí la primera vez la atmósfera era eléctrica. Sin tener antecedentes (previos), la rivalidad ha sido grande”.

Todo lo que se necesita es más tiempo para agregar recuerdos, controversia y en general, alimentar la bestia de la rivalidad.

“Dentro de unos pocos años, habrá razones para no agradarnos”, dijo Cole. “Estamos muy cerca de ello, pero necesitamos algunos incidentes para darle más vida, para hacerlo mejor. Ojalá en los años venideros este juego pueda convertirse en eso”.

Otro de los los jóvenes derbys de la liga tiene precisamente esa especie, y el elemento añadido del honor en juego.

Éste es el caso del derby del Río Hudson del miércoles en el Yankee Stadium. Ambos equipos están en la disputa por el Supporters Shield, con un NYCFC ubicado en el tercer lugar de la clasificación general, un punto detrás de los Red Bulls, ya que ambos equipos intentan alcanza al líder Atlanta United.

Por lo tanto, aunque sea tan importante como una victoria, ese es el trofeo que tiene en mente el capitán de NYCFC, David Villa, que ha experimentado algunas de las mayores rivalidades del mundo como el clásico Real Madrid ante Barcelona.

El clásico más difícil para jugar es el Barcelona ante el Real Madrid”, dice Villa a ESPN FC vía telefónica. “Estar en la alineación de esos equipos es realmente difícil para cualquier jugador, pero otros clásicos que jugué también fueron muy intensos”.

“La rivalidad es buena para el futbol aquí, pero para mí es un juego. Sé que para los fans, para todos en el club y alrededor del equipo es realmente bueno, y es un juego diferente. Pero finalmente para nosotros es contra uno de nuestros grandes rivales, no solo por la ciudad, sino también por (Supporters Field) y necesitábamos vencerlos de esa manera.

“Mi objetivo cuando inicié en la liga no era vencer a los New York Red Bulls. Es para vencer a los Red Bulls, vencer a Filadelfia, Atlanta, a todos los que juegan en la liga porque para tomar la platería debes vencer a todos”.

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