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La final del Mundial de Clubes frente al Gremio de Brasil se presenta como un parteaguas para el entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane. De ganarla, se reafirmaría como uno de los técnicos más exitosos del cuadro merengue. Aumentaría su palmarés a ocho títulos, igualando así a Luis Molowny como el segundo entrenador más ganador en la historia del club. Zidane – que aún no sabe lo que es perder una final - puede convertirse en el primer técnico en sumar cinco títulos con el Real Madrid en un año natural, tras conquistar Champions League, Liga, Supercopa de Europa y Supercopa de España, y el primero en conquistar el ‘Mundialito’ en dos temporadas consecutivas. Pero no solo se trata de traer un nuevo trofeo a las vitrinas del club o sacar lustre a lo que ha comenzado como una brillante carrera en los banquillos. Ganar se ha convertido en una obligación para el equipo y para el técnico francés, que tras un rocoso inicio de campaña, se juega ese halo que lo ha rodeado desde que llegara a rescatar la campaña 2015-2016 conquistando su primer título de Champions League en el banquillo. El Real Madrid, casi dos años después, empieza a generar más dudas que certezas La falta de gol des sus hombres de ataque, la irregularidad en su juego y la incapacidad para mantener el resultado, han causado estragos en la confianza en el equipo. Si bien es cierto solo ha sufrido dos derrotas en 27 partidos, el cuadro merengue no ha tenido un inicio de campaña precisamente brillante: tras quince jornadas de Liga, se encuentra a ocho puntos del líder (que pueden aumentar a 11 este fin de semana, pues el Real Madrid ha tenido que aplazar su partido frente al Leganés); avanzó a octavos de Champions, pero en segunda posición, y sufrió a la siguiente ronda de la Copa del Rey después de que Fuenlabrada, un equipo de Segunda B, le sacara el empate en el Santagio Bernabéu. Además, ya son cinco las ocasiones en que un gol en la recta final los salva de la quema y pese a sacar el resultado han dejado mucho que desear. La última, hace solo dos días, en la semifinal frente al equipo anfitrión Al Jazira. En la jornada 2 en que Real Madrid, en su debut liguero en el Bernabéu, apenas pudo rescatar un punto del empate 2-2 ante Valencia gracias a un tanto tardío de Marco Asensio. Seis jornadas después, los merengues batallaron para sacar una apurada victoria 1-2 ante el recién ascendido Getafe gracias a un tanto de Cristiano Ronaldo al minuto 85. También ante Málaga firmaron una insípida victoria. De nuevo fue Cristiano Ronaldo quien salvó el día en la recta final después de que se dejaran empatar dos veces. . El guión se repitió poco más de una semana después, cuando Lucas Vázquez rompió el empate en la victoria por 3-2 sobre el Borussia Dortmund al minuto 81 después de que el Madrid perdiera una ventaja temprana de 2-0. En el encuentro del miércoles en Abu Dabi, Real Madrid tuvo que remontar un 0-1 ante un equipo muy inferior. No fue hasta el minuto 81, en que Gareth Bale, con su primer balón, evitó una catástrofe poniendo el 2-1 final. De momento, las críticas se han centrado en la falta de acierto de sus atacantes de cara a gol – particularmente en la de Karim Benzema, quien apenas suma cinco goles en 18 partidos y suma tres consecutivos sin ver puerta. La situación exige una contundente victoria que calme los ánimos en casa. Solo así saldrá reforzada la confianza en el equipo, y en el técnico, de cara a lo que le espera en el regreso a casa: el clásico ante Barcelona del próximo 23 de diciembre. La historia favorece al Real Madrid Real Madrid jamás ha caído frente a un equipo brasileño en competición oficial. Aunque los brasileños son los rivales sudamericanos que más veces se han cruzado en el camino del Real Madrid, solamente se han enfrentado en dos ocasiones en partido oficial. En 1998, Real Madrid venció por 2-1 al Vasco de Gama en la Copa intercontinental gracias a un tanto de Raúl en los últimos minutos del encuentro. Dos años después, Real Madrid empató 2-2 con el Corinthians en la fase de grupos de la primera edición de la Copa Mundial de Clubes organizada por la FIFA. En aquella ocasión, Corinthians acabó proclamándose campeón tras vencer al Vasco de Gama, mientras Real Madrid, que había acudido al torneo en calidad de invitado, se tuvo que jugar el partido por el tercer lugar con Necaxa, cayendo en la tanda de penales. En los 39 enfrentamientos ante conjuntos brasileños, incluyendo amistosos y torneos veraniegos, Real Madrid tiene un saldo favorable de 16 victorias, 10 empates y 13 derrotas.
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