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Un sello llamado AFA

Armando Pérez se entrevista con varios DTs, pero los favoritos le huyen a la AFA Servicios de ESPN.com

BUENOS AIRES -- El raid de Armando Pérez para definir el entrenador de la Selección tiene visos cómicos.

No sólo porque cosecha puras negativas, sino porque entrevista tantos aspirantes que olvida los nombres.

Luego de una extensa ronda de consultas, sólo quedan en pie Edgardo Bauza y Miguel Russo, nombres que surgieron en la cabeza de Pérez quién sabe con qué criterios.

También se mantiene el inefable Ricardo Caruso Lombardi, autoproclamado en la disputa con una ayuda de los medios.

Sólo una crisis terminal, gestionada con altas dosis de autoritarismo, puede propiciar semejantes candidatos.

Los sueños de grandeza de conseguir a Diego Simeone, Marcelo Bielsa o Jorge Sampaoli fracasaron porque dos tienen un conchabo más estable y menos riesgoso que la Selección y los tres creen que la actual dirigencia del fútbol argentino no está en condiciones de suscribir ningún proyecto serio.

Con su pinta de nochero impenitente, Pérez parece más afín al perfil de Coco Basile, pero lo cierto es que el hombre, indeciso como pocos hasta el momento, ha alistado en su casting entrenadores de cuño profesionalista, por así decirlo.

Armando Pérez y sus laderos en la flamante Comisión Normalizadora son producto de una imposición política. Aunque se muestran útiles para la estrategia del gobierno nacional con respecto a la AFA, no son representativos del fútbol.

Detrás de la supuesta convicción democrática sugerida por las sucesivas charlas de Pérez con los más encumbrado entrenadores (los que saben), sus movimientos son inconsultos.

Representan a un pequeño grupo, que no se ganó el lugar en elecciones avaladas por el estatuto, sino como consecuencia de un ajedrez con el poder político.

Por lo tanto, sus medidas tendrán la endeblez propia de lo ilegítimo. Esa falta de respaldo institucional es lo que ahuyenta a los entrenadores.

La urgencia de los partidos de septiembre ante Uruguay y Venezuela, por las eliminatorias, no puede precipitar el nombramiento de un DT.

En las últimas horas se habló de un entrenador interino y también se arriesgó el nombre de Diego Cocca, ya que es uno de los pocos que reúne títulos recientes y disponibilidad.

Al margen de los nombres, la solución suena como la más atinada. Mejor dicho, la única posible.

La actual conducción del fútbol carece de autoridad para establecer acuerdos duraderos que involucran un proyecto de selecciones.

Sólo cuando la AFA se dé su propio gobierno se podrá pensar en plazos más largos y en programas más consistentes.

La AFA hoy es un sello. Sin recursos, sin funcionamiento orgánico, sin representatividad, con una selección atada con alambre para participar de los Juegos Olímpicos.

A los normalizadores sólo les queda aceptar su carácter provisorio y actuar en consecuencia.