Fútbol Americano
Iván Cañada | Enviado 7y

La afición panameña ingresó al estadio al ritmo del reggaetón

PANAMÁ -- Alrededor del Rommel Fernández predominaban los personajes. Había desde dobles de Donald Trump y el árbitro estadounidense, Mark Geiger, hasta aficionados disfrazados de Jorge Campos. También había payasos, hombres con sus tambores y una afición que se movía al ritmo del 'reggaetón', música habitual en el país.

Los tamborazos sonaban desde el interior del estadio, mientras los aficionados accedían poco a poco. El 'reggaetón' igualmente retumbaba y las mujeres bailaban desde sus asientos. Era una fiesta sin igual. El motivo era el partido, pero antes había mucho por celebrar.

Afuera del Rommel, en tanto, la gente corría para ingresar cuanto antes y así evitar la lluvia constante que duró prácticamente todo el día. A unos pasos de la entrada, generados por la televisión panameña, hubo dos personajes que se robaban la atención: Donald Trump y Mark Geiger. El primero seguía la tónica de los diarios canaleros y sus comentarios eran antipáticos hacia los mexicanos. Geiger, en tanto, decía que ayudaría al combinado azteca. También eran parte de la fiesta.

Minutos más tarde también llegó Jorge Campos. Al menos uno disfrazado como él. Su nombre real es Gabriel Galván, vive en la Ciudad de México, y viajó a Panamá expresamente a ver el juego del Tri. "Viajo a todos lados con la Selección y apenas este año empecé a usar este traje porque me gusta por su colorido", explicó, mientras se apresuraba para ingresar al feudo canalero.

Las gradas lucían casi llenas por completo 40 minutos antes de que comenzara la batalla. Había más apoyo a Panamá que repudio a México, equipo que incluso, ingresó sin que los seguidores se inmutaran.

El Rommel Fernández vivió su propia fiesta antes del evento principal. El deseo era vencer a México en eliminatorias por primera vez en su casa y el simple hecho de tener un partido, era motivo para bailar, ondear sus banderas y sacar el orgullo por delante.

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