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Venezuela suele ser considerada la “cenicienta” de las Eliminatorias. Pero el conjunto caribeño viene creciendo en los últimos años, se convirtió en un rival más duro de enfrentar, menos inocente a la hora de jugar. Y más todavía para Colombia, que no le gana como visitante desde hace más de veinte años. Sin embargo, no pudo consolidar lo bueno de los últimos tiempos en estas Eliminatorias: marcha último, con seis puntos, un solo partido ganado y 10 perdidos. La Vinotinto ya tiene la cabeza, en un proceso a largo plazo, en lo que será el Mundial de 2022. Pero antes, le quedan compromisos importantes, sobre todo porque será una especie de árbitro de los equipos que pelean por el pasaje a Rusia. Y en el camino está Colombia. ¿Qué tipo de rival se encontrará el conjunto de Pekerman? Un rival que, como se dijo, mira hacia el futuro. Por eso, el entrenador convocó para esta serie a varios futbolistas del Sub 20 que viene de hacer historia en el Mundial de la categoría, donde llegó a la final y la perdió, en los penales, ante Inglaterra, nada menos. Ellos se suman a la experiencia de jugadores como Salomón Rondón, que juega en el fútbol inglés, de Tomás Rincón, en el Torino de la Serie A y de Rold Feltscher, del Getafe de España. De la lista de convocados, 20 futbolistas juegan en el exterior. El esquema de juego que suele emplear Dudamel es un clásico 4-4-2. El DT apuesta a contar con un buen manejo de pelota y a desbordar por las puntas. Las claves serán la presencia de Rincón en el mediocampo, y la potencia de Rondón arriba. El juvenil del Caracas, Ronaldo Chacón, puede ser una alternativa peligrosa en el ataque, ya que viene cumpliendo un buen campeonato. Las carencias más grandes de Venezuela están en el retroceso: es desordenado a la hora de defender. Y cuando pierde la pelota en la mitad de la cancha suele dejar espacios que, con delanteros rápidos y volantes de buen manejo, pueden ser letales. La estadística no miente: la Vinotinto es la selección con más goles en contra de estas Eliminatorias: 34. De todos modos, Colombia no debe confiarse. El rival no tiene nada que perder y buscará ser una piedra en el camino rumbo a Rusia.
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