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MÉXICO -- La intensa lluvia que cayó al sur de la Ciudad de México a dos horas del juego entre México y Panamá fue combatida y no causó estragos, al menos cuando se inició el cotejo. Lo único que sí generó fue que ambos combinados realizaran sus ejercicios de calentamiento en los vestidores, ante el hecho de que las lonas que cubrían la cancha fueron completamente removidas hasta cinco minutos antes de que se iniciara el partido. Desde dos horas antes del silbatazo inicial, la lluvia fue intensa y afectó durante unos minutos la cancha, pero una vez que se quitó, el drenaje del campo funcionó de tal forma que no se apreciaron más charcos que afectaran el desarrollo del encuentro. Con la intención de mantener el campo cubierto el mayor tiempo posible, ambos equipos acordaron que sus calentamientos los realizarían en vestidores, de tal forma que fue hasta un poco antes de que se iniciara la ceremonia protocolaria, que se terminó de quitar la lona, una labor hecha por unas 20 personas en total. Al igual que los jugadores, los árbitros también calentaron en su vestidor, aunque continuamente hubo inspectores que estuvieron al pendiente de las condiciones de la cancha.
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