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La Selección de México ya está clasificada al mundial y este viernes superó 3-1 a Trinidad y Tobago en el penúltimo juego del Hexagonal Final; sin embargo, el técnico nacional Juan Carlos Osorio ha dividido a la afición entre quienes le critican y los que apoyan su proceso. En ESPN Digital te presentamos los puntos buenos y malos que ha tenido el colombiano en dos años de gestión frente al combinado nacional. LAS BUENASCortó rachas históricas'Exorcista', así se le podría llamar a Juan Carlos Osorio, que en menos de un año derrumbó dos de los 'demonios' y 'fantasmas' que más aquejaban a México en su historia reciente. De la mano del colombiano, el Tricolor venció a Honduras en San Pedro Sula por primera vez en 50 años y a su vez se apuntó una victoria sobre Estados Unidos por primera vez en la historia desde que el partido se desarrolla en Columbus. Trabajo y estudio Osorio ha demostrado ser un hombre con un profundo conocimiento del rival, algo que a veces ha terminado traduciéndose en alineaciones un tanto confusas. Se pueden criticar ciertas cosas del colombiano; sin embargo, no el compromiso que ha mostrado para dar su máximo en el combinado tricolor. Resultados en eliminatoriaEl Tri de Osorio se olvidó de sufrir en eliminatorias y consiguió sin ningún problema su boleto a Rusia 2018. Además, se encuentra a un punto de amarrar ser el primer lugar de Grupo en el Hexagonal de la Concacaf. Por si lo anterior fuera poco, el colombiano necesita un triunfo contra Honduras para superar el récord de 22 puntos que se estableció con Ricardo Antonio La Volpe. Buen grupo Los jugadores en diferentes ocasiones han reiterado que se encuentran “a muerte con Osorio”. Podría sonar a una frase trillada, pero el apoyo del grupo para el técnico es total. A pesar de que no existen titulares indiscutibles, los jugadores confían en los métodos que ha implementado el profesor. Conocimiento del medioOsorio llegaría a la Copa del Mundo con un bagaje de tres años en el futbol mexicano, mismo que le permite conocer a los futbolistas del medio local e internacional. Por otra parte, conoce la famosa “idiosincrasia del jugador mexicano” y eso le ha permitido no tener problemas con los hombres que dirigen el balompié azteca. Y por último, está acostumbrado al ambiente de presión que representa el Tri. LOS ERRORESRotaciones en los partidosEl entrenador colombiano apenas y ha repetido alineación titular; las rotaciones que suele realizar dentro del terreno de juego le han llevado a jugar en el arco hasta con cinco porteros diferentes e incluso más de tres en una misma competición. El estratega colombiano suele hacer entre cinco o seis cambios en partidos consecutivos, alternando siempre a elementos jóvenes con hombres de experiencia y en algunos casos utilizar a futbolistas fuera de sus posiciones habituales. Goleada a manos de Chile En el proceso del sudamericano aparecer una gran mancha: la inclemente goleada sufrida en la Copa América Centenario, propinada por Chile y en la que el Tri fue incapaz de marcar un sólo tanto. Desde que los andinos anotaron más de media docena de goles a México las críticas se han multiplicado para el timonel, quien nada pudo hacer para evitar un resultado histórico al interior del Levi's Stadium de California: un partido que aún le causa pesadillas. Goleada con AlemaniaJusto cuando se empezaba a olvidar el incidente con Chile, México fue eliminado con un contundente 4-1 contra la Selección Alemana en Copa Confederaciones. La afición se volvió a ilusionar con el equipo mexicano y el golpe fue muy duro, pues aquel partido estuvo completamente definido desde los primeros 10 minutos con dos goles de vestidor. Bajas entradas en juegos como localLa Selección de Osorio es la que menos público ha metido a sus partidos como local en los últimos tres caminos mundialistas. El Tri cerraró con promedio de 49,697.5, mientras que para Brasil 2014 el promedio fue de 66,637.22 espectadores, mientras que rumbo a Sudáfrica se tuvo un promedio de 81,599.55 aficionados. Penosos incidentes Durante la Copa Confederaciones mostró su peor cara, pues en momentos de presión lo mostraron insultando a un cuarto árbitro y al cuerpo técnico de Nueva Zelanda. Los gritos contra los neozelandeses no fueron sancionados; sin embargo, el problema con el silbante en el juego contra Portugal le costó una suspensión de siete partidos.
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