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Mundial sin Messi o Cristiano podría ser desastroso para el juego

A primera vista, la clasificación para la Copa Mundial debería ser una ecuación bastante sencilla en manos de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Para CR7 y Portugal, el campeón de Europa, el escenario es contra Suiza en Lisboa: Gana y califica. Para Messi y Argentina, una victoria en Ecuador sellaría un playoff contra Nueva Zelanda y tal vez la clasificación automática si otros resultados se combinan.

Pese a todo, el futbol nunca es tan simple como eso. Messi y Ronaldo ahora están descubriendo que incluso ellos, los dos jugadores más grandes de su generación y posiblemente de todos los tiempos, son tan vulnerables a un giro del destino como el viajero más común, con menos del 1 por ciento de su talento y brillo.

Por increíble que parezca, ahora hay una perspectiva genuina de que la Copa del Mundo de 2018 tenga lugar en Rusia sin los jugadores actuales más emblemáticos del fútbol.

Una Copa del Mundo sin Messi y Ronaldo debe ser impensable, sobre todo con los dos jugadores frente a su última oportunidad de ganar el mayor premio que se ha escapado de sus exitosas carreras.

Pero esa última oportunidad puede evaporarse para ambos antes de que llegue el 2018.

El escenario al que se enfrentan Portugal y Ronaldo les ofrece la seguridad de un playoff a dos vueltas si no logran derrotar a los suizos, que viajan a Lisboa con un récord del 100 por ciento de efectividad, con nueve victorias en nueve partidos en el Grupo B de clasificación de la UEFA.

Una victoria lleva a Portugal a Rusia, pero un empate o derrota los dejará como un equipo sembrado en el repechaje, con un reto difícil y lejos de casa, con incómodos rivales como Suecia, Dinamarca, Croacia o incluso Italia si los resultados se combinan en la ronda final del encuentro.

El panorama es menos alentador para Messi y Argentina.

En la actualidad es sexto lugar en la tabla de clasificación de CONMEBOL, pero Argentina podría terminar quinta y asegurar un repechaje contra Nueva Zelanda con un empate en Quito, siempre y cuando Perú pierda ante Colombia, pero los campeones del mundo en 1978 y 1986 no están en condiciones de probar su suerte con los resultados de otros.

Al no haber ganado en Ecuador desde el 2001, Argentina podría necesitar cada onza del genio de Messi para marcar la diferencia frente a un equipo que ni siquiera puede clasificarse para la Copa del Mundo del próximo año. Sin embargo, jugando a una altitud de 2.782 metros sobre el nivel del mar, en el Estadio Olímpico Atahulpa, el equipo de Jorge Sampoali debe superar a un adversario tradicionalmente difícil.

¿Pueden salir del problema? Se trata de un equipo no solo con los talentos de Messi, sino también con Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín (aunque ninguno está en la escuadra que enfrenta a Ecuador), Paulo Dybala, Angel Di María y otros tantos.

Si Argentina llega a Rusia se instalará instantáneamente como uno de los favoritos del torneo, pero una campaña de clasificación con tres entrenadores diferentes, una controversial suspensión de Messi y esos puntos perdidos contra naciones que normalmente serían 'víctimas' han dejado a Argentina al borde.

Habrá quienes disfruten la desgracia de Messi o Ronaldo si pasan el próximo verano en vacaciones en vez de Rusia, creyendo que el juego es más grande que cualquier jugador, sin importar su nivel

Pero mientras eso es verdad, la Copa del Mundo sería mucho más pobre por la ausencia de Messi y Ronaldo.

Hay que imaginar la emoción de un enfrentamiento entre Portugal y Argentina en Rusia, con Messi y Ronaldo enfrentándose por el derecho de perseguir su sueño de Copa del Mundo con toda la rivalidad al mismo tiempo.

Sería un encuentro de taquilla, uno que podría definir el Mundial de 2018, pero esa perspectiva podría convertirse en polvo al cerrar la jornada del 10 de octubre.

Ronaldo querrá y espera que Portugal gane en el Estadio da Luz, un escenario que les ahorraríala ansiedad de los playoffs, pero los portugueses al menos saben que no se enfrentan a la trampa de la eliminación con una eventual derrota.

Argentina, por su parte, se enfrenta directamente a la trampa de la eliminación y ahora tiene que afrontar su destino.

A pesar de su increíble éxito en Barcelona, la carrera internacional de Messi con Argentina ha sido una larga historia de decepción, tanto en la Copa Mundial como en la Copa América.

Si él puede ayudar a cambiar esa historia, arrastrando a su equipo a la victoria en Quito, entonces tal vez la medalla del ganador de la Copa del Mundo se acerque a su alcance.

Pero no habrá segundas oportunidades para Messi y Argentina ahora. Todo se reduce a una noche en Ecuador.

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