El comportamiento de algunos jugadores de la selección de Estados Unidos en su visita a Trinidad y Tobago reflejó una actitud sobrada cuando pisaron la cancha del estadio de Ato Boldon de Couva, y subestimaron a un rival que no peleaba nada, más que el orgullo de no perder en casa, de acuerdo con Hugo Pérez, mundialista en 1990 y 1994.
“Un día antes del partido salieron unas imágenes donde los jugadores de Estados Unidos estaban como burlándose o bromeando acerca de mal estado del campo de Trinidad y Tobago.... Vi a unos jugadores encima de otros, pasándose sobre el agua del campo (que estaba inundado); como técnico, yo llego a un país que es menos desarrollado que el mío , y lo que debo de hacer es respetar... Eso no me pareció”, dijo Pérez a ESPN Digital.
El ex mediocampista dijo que psicológicamente la escuadra de Bruce Arena pensaba que ya estaba adentro del Mundial y que “iban a pasarle por encima a Trinidad. No estaban preparados mentalmente”, aseguró, y agregó que la selección que sorprendió en los años 90 era mucho más madura dentro y fuera del terreno de juego.
“Fue falta de humildad. En Centroamérica, en el Caribe, donde más vas a salir a jugar a un equipo en CONCACAF es a Estados Unidos y a México, ese es tu Mundial”.
Aunque la ocasión más reciente que Estados Unidos se perdía una justa mundialista fue en 1986, esta eliminación no fue necesariamente una sorpresa; tras perder en casa contra El Tri de Osorio 2-1, luego sufrió la derrota 4-0 contra Costa Rica en San José, las matemáticas no le daban al equipo yanqui y luego del doloroso 2-1 contra Trinidad y Tobago terminó quinto en la tabla del hexagonal, en un interesante ajuste de cuentas con la historia.
“Nosotros eliminamos a Trinidad y Tobago en el 1990 en Trinidad , ellos necesitaban un empate, o un triunfo, y nosotros milagrosamente ganamos 1-0, y fuimos al Mundial del 90. Si te trasladas a la historia y vez la situación de ellos hoy, dicen, estamos fuera... pero esta es una nueva camada de jugadores para mostrar y en nuestra casa no vamos a perder”, acotó Pérez.
“Nunca hemos hecho un análisis de por qué clasificamos, cómo clasificamos, si estuvimos bien en ciertas facetas de lo que es la selección de Estados Unidos, nunca hemos sido sinceros con nosotros mismos, pero, uno como futbolista por haber jugado tanto tiempo y tener la experiencia de estar en un Mundial y ver todo lo que esta aconteciendo, yo veía que esto tarde o temprano iba a fracasar”.
EL FUTURO
Pérez dice que el error es colectivo y que llegó el momento de darle un nuevo rumbo a las futuras convocatorias del seleccionado nacional.
“Por lo que somos hoy en CONCACAF y en el mundo, debemos de tener un fútbol mas táctico, jugadores mas técnicos por el volumen de participantes que tenemos en este país, por la liga, y creo que ahí nos hemos quedado. Es triste, pero hay que reflexionar y hay que darle oportunidad a otra gente que venga y haga un mejor trabajo y eso es lo que nos ha faltado.
En este último partido el ex mundialista dijo haber visto a un Estados Unidos desorientado, los intentos fallidos de Bradley por conectar los pases laterales con Jozy Altidore, Bobby Wood, y Dempsey fueron prueba de la falta de coordinación; sin embargo, Pérez rescata el trabajo del centrocampista Christian Pulisic.
“Hay una generación de jugadores que va para afuera que ya cumplió su ciclo, el único que me gusta y creo que es el futuro ahora mismo es Christian Pulisic, es un futbolista distinto a todos los que hay ahí, por técnica, por inteligencia , a pesar de sus 19 años, esa es la clase de jugadores que necesitamos en Estados Unidos en cada puesto".
El cuadro estadounidense quedó fuera en una larga travesía que inició con el alemán Jürgen Klinsmann como entrenador para terminar con Bruce Arena, quien, a pesar de llevarse la Copa Oro en julio pasado, hoy no tiene consuelo.
“Estamos muy lejos de las otras potencias , tenemos que empezar desde abajo a construir y no tener este problema en los próximos Mundiales, porque hoy quedamos fuera pero si no empezamos a hacer el trabajo nos puede pasar otra vez”, concluyó Pérez.