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Aunque el lugar común indique que para tener éxito en la Copa del Mundo es necesario "ganarle a todos", la realidad dice que hay que vencer solo a los que el destino pone en el camino. Es decir, siete rivales hasta el partido más importante del planeta. Por eso, el sorteo es tan importante. Porque traza el trayecto hacia el objetivo máximo. Tener suerte el próximo 1 de diciembre en Moscú puede ser fundamental. Cuando a la Selección Colombia le tocaron Grecia, Costa de Marfil y Japón en el sorteo de Brasil 2014, el mejor Mundial de la historia del fútbol nacional comenzó a gestarse. No porque sean rivales accesibles (en un torneo como este todos tienen la capacidad de ganarle a cualquiera) sino porque se evitó a los grandes y eso le permitió al equipo tomar confianza en esos primeros encuentros. Hoy, el plantel tiene mayor experiencia y ya no carga con 16 años de frustraciones, sin embargo, también espera que el azar haga un guiño en el Kremlin. La gran diferencia con lo sucedido hace cuatro años es que Colombia no será cabeza de serie. Aunque se mantiene entre los mejores 15 del ránking desde hace más de un lustro, la posición actual no alcanzó para integrar el bombo 1, por lo que deberá enfrentar sí o sí a uno de los mejores ocho de la actualidad. Argentina y Brasil está descartados por cuestiones geográficas, por lo que uno de los rivales saldrá de: Rusia, Polonia, Alemania, Bélgica y Portugal. Aquí no hay demasiadas dudas: el rival esperado es el anfitrión. Rusia está lejos del nivel del resto de los europeos y ni siquiera la localía lo convierte en un conjunto con posibilidades. El segundo en la lista de deseados es Polonia, que terminó entre los cabezas de serie por un capricho de las matemáticas y, más allá de que tiene un equipo sólido y un delantero de primer nivel como Robert Lewandoski, no es un adversario que inspire temor. Por supuesto, la bolilla a evitar es Alemania. El campeón del mundo es uno de los dos máximos favoritos junto a Brasil e integrar el mismo grupo significaría un verdadero problema, más allá de los buenos recuerdos de Italia 90. Portugal y Bélgica son dos muy buenos equipos a los que vendría bien evitar, pero tampoco son invencibles. En el tercer copón aparecen algunos rivales de cuidado. Dinamarca es el que figura más alto en el ránking FIFA, en el puesto 19. Clasificó tras golear 5-1 a Irlanda como visitante y tiene una estrella europea como Christian Eriksen. Suecia tampoco sería un adversario cómodo, ya que viene de eliminar a Italia, ni más ni menos, y tiene un equipo que se caracteriza por su solidez. Senegal, más allá de su ausencia en las últimas Copas, también es una Selección que puede lastimar. Egipto y Túnez aparecen como los africanos menos peligrosos, aunque la presencia de Mohamed Salah puede generarle preocupación a cualquiera. Ellos serían los rivales deseados. Costa Rica e Irán clasificaron sin problemas y son de los mejores en su continente. Los Ticos brillaron en Brasil y tienen la experiencia necesaria para lastimar, mientras que los iraníes están en el mejor momento de su historia. Islandia, la sorpresa europea, cierra un copón muy parejo. En el último bombo hay rivales de mucho cuidado. Nigeria es el que todos quieren evitar. Las Águilas lograron la clasificación sin problemas en el grupo de la muerte africano (superaron a Camerún, Argelia y Zambia) y golearon a Argentina en el último amistoso. Serbia tammbién aparece como un seleccionado muy peligroso, ya que cuenta con una generación de jóvenes de gran nivel. Arabia Saudita es el participante que figura más bajo en el Ránking FIFA: en el puesto 63. Corea del Sur está sólo en lugar por encima. Panamá también podría ser un rival accesible, aunque la presencia de Bolillo Gómez lo convierte en un posible problema para Colombia. Australia, Japón y Marruecos cierran ese grupo. En definitiva, el peor grupo que le podría tocar a la Tricolor es Alemania, Suecia o Dinamarca y Nigeria. En este caso, cada partido plantearía una dificultad diferente y la exigencia sería máxima desde el primer día. El "mejor" sorteo podría ser Rusia, Túnez y Arabia Saudita. En este escenario, Colombia partiría como la clara favorita a ganar la zona. Estas no son más que conjeturas que sirven para matizar la espera, porque la única verdad es la realidad que se vivirá desde el 14 de junio en Rusia.
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