LOS ANGELES -- Imanol Ibarrondo lleva casi dos años como parte del Tri y a unos días del Mundial atendió por primera vez a los medios de comunicación mexicanos. Su trabajo como coach del combinado azteca ha sido crucial para tratar temas de confianza, de mentalidad y de relaciones entre los propios jugadores.
Se enfocó tanto en su trabajo que pidió un rol sin protagonismo, lejos de los reflectores, sin hablar ante los medios y sí con los jugadores. Ahora, antes del Mundial, los resultados cree que son positivos y lo que queda es mirar para adelante. Entiende que en el país en general se habla mucho de al menos alcanzar los Cuartos de Final, pero explica que antes de la competencia no se puede fijar ese objetivo, sino más bien de ver partido por partido. Es la clave para superar retos y crear una historia distinta en Rusia 2018. No una mejor o peor, sino que simplemente una diferente.
“Hablemos del primero y luego del primero otra vez y después, del primero otra vez, porque es el que siempre hay. No voy a pensar en el tercero o quinto, sino que hay uno, siempre es uno. Ellos lo saben muy bien. Es gente de mucha experiencia y dignos de confianza. Luego serán lo que sea, pero su trabajo es transformarse en un equipo que merezca alcanzar resultados extraordinarios”, indicó en el Media Day que se organizó en Los Angeles en el hotel de concentración del Tri.
“Es un juego y a lo mejor el rival es mejor y te gana, pero pensar solo en ganar lo que te genera es mucha ansiedad y angustia y te desconecta del momento presente. Lo que es importante es transformarte en un equipo que lo merezca y eso depende 100 por ciento de ti, en cada día, en cada entreno, en cómo comes y cómo descansas. Los retos están fuera de tu alcance porque si ya los hubieras conseguido serían objetivos y no retos”, añadió.
Una de las principales misiones de Ibarrondo fue trabajar con el equipo en el tema de la confianza tras la goleada (0-7) frente a Chile en la pasada Copa América y reveló cómo encontró al equipo después de dicho resultado.
“Encontré un México dolido y descubrí cómo se vive el futbol aquí y el futbol es como la vida porque ustedes los mexicanos tienen una pasión desbordante y no se puede pretender que en el futbol sea distinto”, expuso.
Lo valioso, destacó, fue darle vuelta a esa situación y volver a confiar en ellos mismos. El equipo mostró ser más fuerte de lo que se decía, recalcó.
“Para el equipo, el 7-0 fue durísimo, tanto para los que participaron como para todos, para todo el país, pero no estaban rendidos ni mentalmente débiles. De hecho, justo después fueron a Estados Unidos, donde ganaron después de mucho. Ahí demuestran que tienen una mentalidad muy fuerte”, recordó.
Su manera de trabajo fue por etapas para entender al grupo y conocerlo y ahora se prepara para el Mundial, en el que los futbolistas desean hacer su propia historia.
“Al principio de mi llegada eran reuniones más colectivas, era más con el equipo, venían de una situación complicada por el famoso 7-0, tenían un poco más de desconfianza y de crisis y no los conocía mucho por lo que eran trabajos más grupales para reforzar su relación, para mejorar su confianza, su propio vínculo y ahora trabajo más individualmente con cada uno y eso me permite tener una relación de confianza para tener más conversaciones. Mi trabajo es más de conversaciones, no es otra cosa.
“Son gente que tiene puesta el ojo en el Mundial y que tiene una gran ilusión por hacer su propia historia, no por cambiarla, sino por hacer su propia historia”, señaló.