MOSCÚ -- Carlos Salcedo puso el rostro desafiante al desafío ajeno. Citó a su técnico Juan Carlos Osorio para ilusionar sin alucinar por la selección mexicana.
“Nos dijo (Osorio) que sólo hay tres jugadores capaces de hacer los goles que cambien o definan un partido”, dijo el defensa del Eintracht. “Y ninguno de ellos juega con Alemania, ni Messi, ni Neymar ni Cristiano Ronaldo”.
Deduce Salcedo entonces que “Alemania no es invencible, es un equipo de respeto, y se lo tenemos, pero no tiene a ninguno de esos jugadores”.
El defensa mexicano pone en oferta la sublimación de las posibilidades del equipo mexicano cuando el domingo debute ante los hotentotes monarcas de Joachim Low en la Copa del Mundo Rusia 2018.
“Sí, es Alemania, sí es campeón del mundo, pero estamos en condiciones de jugarle con el futbol y la actitud necesarias”, dijo Salcedo en la conferencia de prensa de esta mañana en las suntuosas instalaciones del Dynamo de Moscú, albergue del Tri durante el Mundial.
El discurso de Salcedo se empapa del ceremonial obvio de blindaje de una selección que se ha visto sacudida por escándalos extracancha, y a los cuales trata de encontrar terapia interna, desde la contrición hasta la superación del problema. “Somos una familia. Estamos unidos para buscar una historia de triunfos”, dijo.
El mismo Salcedo se ungió como apóstol de sus propias deudas. “Estoy en deuda con el futbol, me ha dado todo lo que tengo y ofrece todo lo que quiere”, asevera.
Tras la conferencia de prensa que Carlos Salcedo compartió con Erick Gutiérrez, la selección mexicana se metió a la cancha, de la cual permitió ver cerca de media hora a los medios presentes.