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De un lado, la Selección argentina. Ganadora de dos Mundiales, subcampeona en otros tres, presente en 16 de las 20 Copas del Mundo disputadas. Una potencia y animadora de todas estas competencias de forma ininterrumpida desde 1974 en adelante. Del otro, Islandia. Debutante absoluta en un Mundial. Y con poca historia dentro del mundo de la pelota, más allá de una muy buena Eurocopa en 2016 y unas Eliminatorias casi perfectas, donde logró clasificarse en el primer lugar de su zona. El Mundial los pondrá frente a frente por primera vez en la historia. Nunca antes se habían medido estos equipos, ni en Mundiales ni en partidos amistosos. Por supuesto, la responsabilidad total será de los dirigidos por Jorge Sampaoli, quienes son candidatos a llegar a los puestos finales y cuentan con jugadores de mucha jerarquía, como Lionel Messi, su estrella. Los islandeses, por su parte, tienen muchos jugadores que vienen haciendo buenas experiencias en la Premier League, en la Bundesliga, tanto en la Primera como en la Segunda División, y en otros países como Holanda, Bélgica y Noruega. Pero Argentina sabe que no debe relajarse en los partidos inaugurales y ante rivales que en la previa se presentan como mucho más débiles. A pesar de que pasaron muchos años, todavía dura el recuerdo del 0-1 en el debut del Mundial de Italia ’90, ante Camerún. Aquella vez, la albiceleste llegaba como campeona del mundo y frente a un rival que disputaba el segundo Mundial de su historia, sufrió un duro golpe. Ese equipo lo tenía a Pumpido, Ruggeri, Maradona y Caniggia, entre otros Esta vez, los Mascherano, Messi, Agüero, Di María quieren dejar bien claro, dentro del campo de juego, la diferencia de jerarquía.
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