La Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México reportó saldo blanco, luego de la fiesta tricolor por la histórica victoria de México frente a Alemania en su debut mundialista, celebrada en el Ángel de la Independencia. La SSP implementó un reforzado dispositivo encaminado a preservar el orden. Se contó con el apoyo de elementos policiacos de áreas Metropolitana, Proximidad y complementarias y Unidades de Protección Ciudadana (UPC). Se hicieron presentes socorristas del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). Todo fue suficiente para controlar a los miles de seguidores del Tricolor que no se cansaban de gritar, de cantar el ‘Cielito Lindo’ y de saltar, muchos de ellos bajo el efecto del alcohol. El ánimo de los aficionados y la soleada tarde dio pie al romanticismo y se convirtió en el marco perfecto para que un caballero le pidiera matrimonio a su novia y ante la algarabía de los aficionados se escuchó el esperado “sí”. Cuando los festejos estaban llegando a su fin los ánimos se alebrestaron y los aficionados llegaron a patadas y puñetazos contra la policía, cuando aparentemente éstos trataban de impedir que se acercaran aún más a la glorieta. Más tarde, algunos otros participantes de la verbena arrojaron proyectiles a los elementos de seguridad mientras se retiraban de las inmediaciones. En total, el ERUM atendió a nueve personas; seis en el Ángel de la Independecia por esguinces o golpes en los pies, que no ameritaron traslado al hospital; y tres en el Zócalo, una de las cuales fue llevada al Hospital Gregorio Salas, debido a que sufrió taquicardia e hipertensión. La Subsecretaría de Control de Tránsito cerró calles aledañas al Ángel 15 minutos antes de la una de la tarde, cuando comenzó a arribar la gente proveniente del centro de la capital.
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