Fútbol Americano
Nick Dorrington 6y

Dybala podría cambiarle la cara a Argentina ante Croacia

El primer partido de Paulo Dybala como titular de la selección argentina terminó en lágrimas. En septiembre de 2016 fue expulsado antes del entretiempo cuando jugaba de local contra Uruguay por un par de entradas bastante inocuas, y salió de la cancha secándose las lágrimas con la camiseta. Recién se calmó cuando el masajista de la selección, Marcelo D'Andrea, le recordó que Lionel Messi también había sido expulsado en su debut. "Eso es lo que hacen las superestrellas", le dijo. "Ya pasaste la prueba".

Durante los minutos que pudo jugar dio algunos indicios del potencial de su asociación con Messi. Hubo una linda pared, y un remate bajo que pegó en el palo. No fueron más que indicios, pero fueron suficientes para sugerir que con el tiempo podrían convertirse en buenos socios.

Después de eso, solamente jugaron juntos de titulares tres veces. Tuvieron algunos intercambios interesantes en el debut de Jorge Sampaoli como director técnico de la selección en un amistoso que le ganaron a Brasil en junio, seguido por un par de eliminatorias mundialistas contra Uruguay y Venezuela, en las que las cosas no salieron bien. Sampaoli señaló posteriormente que se trataba de una asociación que necesitaba tiempo para florecer; tiempo que no consideraba tener en aquel entonces con la clasificación en juego.

Desde entonces, Dybala se encuentra en la periferia. A principios de este año hasta estuvo en duda su participación en el mundial. Pero estuvo presente en el banco el sábado para ver en primera fila el aburrido empate 1-1 de Argentina con Islandia en su primer partido de la fase de grupos. Para ver la escena familiar de un ataque estático, que sólo conseguía moverse de un costado a otro a la espera de que Messi hiciera esa magia que el sábado no se vio.

"Hoy fue un partido incómodo para Messi", Sampaoli reconoció más tarde. "Evaluar su desempeño es muy difícil porque nuestros rivales lo rodean permanentemente".

Si bien podría decirse que es poco probable que Argentina se encuentre con otro equipo tan obstinado en defensa y con tan poco interés en la posesión como Islandia, existe la sensación que

ha llegado el momento de darle a Messi un socio en ataque con quien pueda repartir la atención. Quizá sea la hora de traer de vuelta a Dybala.

Pocos conocen al delantero de Juventus y sus habilidades tan bien como Francisco Buteler. Él dirigió a Dybala en las inferiores de Instituto de Córdoba justo antes de que lo promovieran a primera, y fue el responsable de convertirlo en delantero.

"Creo que podría jugar muy bien con Messi", le dijo Buteler a ESPN FC. "Con el mes de preparación que han tenido juntos su entendimiento debería haber mejorado, y no debería haber ningún problema por el hecho de que ocupan las mismas posiciones.

“Messi necesita un jugador como Paulo que pueda intercambiar un uno-dos con él en espacios reducidos, que pueda recibir un retorno y mover la pelota hacia el arco. Un jugador al lado de [Sergio] Agüero, que en un partido como el de Islandia, cuando los espacios son reducidos, pueda hacer que las cosas sucedan. Un jugador capaz de regatear y romper líneas”.

Dybala también le proporcionaría a Argentina otra opción de cara al arco en el área. Fue notable que, contra Islandia, los dos defensores centrales y los dos mediocampistas centrarles hicieron intentos desde el área. “Si colocas a Paulo en esa posición, él será quien haga esos tiros”, continuó Buteler. “Junto con Messi, él es uno de los dos francotiradores más precisos de la Argentina”.

Es tentador mirar la línea delantera de Argentina, ver los nombres de sus integrantes como Agüero, Ángel Di María y Gonzalo Higuaín, y preguntarse si es una línea está lista para una renovación a gran escala. La brusquedad de su ataque no es algo nuevo. Anotaron apenas 19 veces en 18 partidos durante la etapa clasificatoria. Messi fue el único jugador que anotó más de una vez. Ningún otro delantero pudo anotar dos veces o más de los que están en el plantel mundialista (Lucas Pratto sí anotó dos goles en eliminatorias).

Pero no todo depende de ellos en esa zona. Por lo general han sido víctimas de un intento de equilibrar el equipo para compensar las deficiencias defensivas de Argentina. El sábado, incluso con dos mediocampistas primariamente defensivos posicionados delante de la defensa, de todas maneras, tuvieron problemas al lidiar con un enfoque rudimentario de Islandia. Poner en el campo de juego a dos mediocampistas de ese perfil también tiene el efecto predecible de enlentecer la progresión de la pelota.

Sin una contribución particularmente sobresaliente, Ever Banega ofreció más sutileza en la posesión cuando reemplazó a Lucas Biglia al comienzo del segundo tiempo, mientras que Giovani Lo Celso podría ser otra opción para proporcionar una presencia más imaginativa en el mediocampo. La cuestión de mover el balón hacia adelante con rapidez y calidad es un asunto clave a resolver para Sampaoli y su staff.

Adelante, la introducción de Dybala es la alteración más evidente y con mayores chances de cambiar el juego que podría hacer Sampaoli, pero Cristian Pavón fue brillante durante el breve período que jugó contra Islandia, desafortunadamente no pudo hacer que su equipo gane un penal, pero muy probablemente será recompensado con un lugar de titular contra Croacia el jueves. Si es así, Di María es que más posibilidades tiene de quedar afuera.

Lo que queda claro es que algo tiene que cambiar si Argentina pretende hacer algún progreso significativo este verano. Con o sin Dybala, tienen que encontrar una solución que funcione, y lo tienen que hacer rápidamente.

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