Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 6y

Diego Costa, el goleador de la selección española

Irán se encerró y España no supo qué hacer para romper el cerco. Hasta que apareció Diego Costa.  El 'tanque' más criticado de España.

Diego Costa, corpulento, tosco de movimientos, y más eficaz que de toque mágico desentona con ese tiki-taka que tanto éxito dio a España, dos Euros y un Mundial. Pero han pasado seis años desde su último título (la Eurocopa 2012) y la Roja ha tenido que evolucionar.

Producto de esa evolución ha sido la inclusión de Diego Costa como fijo en el cuadro titular del equipo que hoy dirige Fernando Hierro – que sin embargo advirtió que cambiaría poco y nada, entre otras cosas, porque apenas ha tenido siete días para inventarse un nuevo enramado.

El jugador del Atlético de Madrid, probablemente el centro delantero titular del español más discutido en década y media, reivindicó su condición de ‘9’ de España por enésima ocasión al marcar el tanto de la victoria por 0-1 sobre Irán que pone a su equipo en camino a la clasificación, empatado a cuatro unidades con Portugal.

Diego Costa no es un recurso, sino una pieza clave, en especial para los partidos más cerrados. Así siga primando la posesión en el equipo español - que sigue, sobre todo ante rivales inferiores como Irán. Esta vez registraron un 79 por ciento de la posesión mientras Isco, el hombre por el que pasó el juego entero de España, registró 127 toques y 96 pases con un 90 por ciento de acierto.

Con el tanto, Diego Costa llegó a tres goles en dos partidos disputados en el torneo y se mete de lleno a la pelea por la Bota de Oro al lado del ruso Denis Cheryshev, y a uno del líder de goleo, Cristiano Ronaldo, Cristiano Ronaldo, quien suma cuatro tantos en dos partidos.

España se encontró el gol de rebote; y casi utilizó la reserva entera de los últimos chispazos de magia que quedan en las botas de Iniesta. Fue un gol sin mucha estética que nació de un balón dividido que ganó el manchego. Un pase bien medido y la media vuelta, atolondrada, tosca, de Costa para disparar y meterla como pudo. Con la espinilla. 

“La verdad tuve algo de suerte. Pero estoy contento. Fue un partido muy cerrado, ellos estaban muy atrás. Sabíamos que iba a ser un partido en que necesitaríamos paciencia para anotar”, reconoció el delantero tras ser nombrado Man of the Match.

Fue un gol sin mucha estética que nació de un balón dividido que ganó el manchego. Un pase bien medido y la media vuelta, atolondrada, tosca, de Costa para disparar. Hasta ese momento, España había pasado casi una hora estrellándose. No con un muro, sino consigo mismos. Con una falta de eficacia que debería empezar a preocuparles. Habían intentado probar al arquero iraní hasta diez veces, pero no habían pasado de los dos disparos a puerta.

Diego Costa tuvo una – y solo una – en todo el encuentro y terminó en gol. El atacante de 29 años ya había probado ser el hombre más efectivo de la Roja en el empate 3-3 ante Portugal cinco días antes, en un partido en que España también se hizo con el balón (67 por ciento de la posesión)  probó a diestra y siniestra a Rui Patricio con 15 intentos sin atinar a disparar a puerta más de seis veces. Costa, entonces, registró tres disparos, dos de ellos a puerta. Y dos goles.

En lo que va del torneo, Diego Costa ha marcado tres goles en cuatro intentos en total; tres de ellos a puerta.

Después de 22 partidos disputados con la camiseta de España, Diego Costa suma diez goles, ocho desde septiembre de 2016 en que el recientemente destituido Julen Lopetegui se hizo con las riendas del equipo.

Es el segundo jugador español, después de David Villa (máximo goleador histórico de la selección con 59 goles) que logra anotar en dos partidos de Copa del Mundo consecutivos. 

Fernando Hierro, que hoy se sienta en el banquillo, dejó claro que no quería tocar gran cosa del plan trazado por su antecesor Julen Lopetegui. Mucho menos con lo que mejor funciona.

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