Fútbol Americano
Rafael Ramos Villagrana | ESPN Digital 6y

Chucky Lozano y jugar al 'ojo por ojo...'

ROSTOV ON DON -- El talento es venerado… en casi todas sus manifestaciones. Pero, en los deportes, en el futbol específicamente, parece un trofeo de caza.

Algunos privilegiados debieron aprender el oscuro y clandestino arte de la defensa personal. En territorio de justicia muerta, había que sobrevivir.

Pelé entendió que peligraba en la jungla de matar o morir, y su instinto de conservación le llevó a fracturar a varios jugadores. Claro, les advertía primero… ejecutaba después.

Maradona se rodeaba de guardianes. Si alguien pretendía cercenarle las piernas, los guardaespaldas ocultas pasaban factura. A Garrincha era imposible pescarlo, y Lionel Messi tiene un radar infalible ante las bayonetas caladas.

En otra escala, por ejemplo, Tomás Boy tuvo siempre a Carlos Muñoz. Para emboscar a El Jefe había que temerle al mastín. Y Carlos Reinoso tuvo al Negro Hodge o a John Kerr.

En su mundo, Hirving “Chucky” Lozano ha aprendido que, contra la recomendación pacifista de Ghandi, en campo minado, es ojo por ojo y diente por diento, aunque todos terminen tuertos o chimuelos.

Los alemanes y los coreanos soltaron sus jaurías sobre sus tobillos, de hecho sobre su humanidad entera. Diez coces en ambos juegos.

Pero, Lozano resistió, pero le metió tremenda patada a Kroos, que el alemán volteó sólo para cerciorarse si estaba Pepe, Sergio Ramos o alguno así, de cimitarra afilada, con la camiseta equivocada.

Kroos peló los ojos. Chucky sonrió. Los límites habían sido marcados. Ante Corea del Sur, después del levantón de Lee, el mexicano empezó a juguetear con esa danza desapercibida –y tal vez inconsciente- de antebrazos y hombros.

En zona mixta, casi como en una pasarela de Hugo Boss, “Chucky” Lozano se siente cómodo. No cruza el vestíbulo de la prensa mundialista, desfila, incluso con un mano en el bolsillo del pantalón.

-¿Te vas a hacer justicia por ti mismo ante la complacencia de los árbitros?

“Así es el futbol”, dice, con una sonrisa con la que pretende convencerse a sí mismo. “Creo que es importante concentrarse al máximo (en juegos así), sacar lo máximo de uno, y no salirse del partido”.

En Holanda, un psicólogo dijo que su temperamento compulsivo evocaba algunas reacciones de Luis Suárez, pero que igualmente sería un fuera de serie, si controlaba sus ímpetus.

“Uno aprende de todo, entonces, yo también he aprendido, he trabajado en eso, y lo más importante es que el equipo está bien”, dijo “Chucky” en la zona mixta, luego del triunfo de México sobre Corea del Sur.

Se ha convertido en un ritual el cántico de “Chucky” Lozano en la tribuna durante la Copa del Mundo, y por supuesto, en la periferia de los estadios, en un tributo que tal vez sólo se vivió con tanta intensidad en el Mundial 86 con Francisco El Abuelo Cruz.

El jugador del PSV Eindhoven dijo que disfruta ese momento que vive, ese tributo generoso de la tribuna, “creo que las cosas me están saliendo bien, he trabajado para ello, pero aún esperamos conseguir mucho más para esos aficionados”, comentó.

Le interrogan sobre esa euforia excesiva de la afición mexicana, que se atreve, incluso, siguiendo la arenga de “soñar con cosas chingonas” de “Chicharito” Hernández, de poder ser incluso campeones del mundo.

“Tomemos las cosas con calma, esto apenas comienza. No tenemos nada seguro y sólo debemos concentrarnos en que podamos vencer a Suecia, jugar los Octavos de Final y seguir haciendo las cosas bien”, añadió.

Lozano dijo traer huellas de algunos golpes de los jugadores coreanos, pero afirmó que estaría en condiciones de jugar ante Suecia en Ekaterimburgo, aunque, fue claro, deberá esperar la resaca postjuego, cuando aparecen dolores y molestias, y someterse al examen del cuerpo médico.

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