Hoy todos hablan de Ahmed Musa, el delantero nigeriano que viene de hacerle dos goles a Islandia, goles que le dieron vida a la Argentina, como la gran figura de Nigeria.
Sin embargo, Victor Moses es el abanderado del conjunto africano que dirige el alemán Gernot Rohr.
El hombre del Chelsea, de 27 años, es uno de los más experimentados de las Aguilas Verdes. A nivel clubes, jugó 341 partidos y marcó 47 goles.
Su carrera comenzó en el Crystal Palace inglés, donde ya desde joven mostraba velocidad y despliegue por el carril derecho.
Pero más allá de lo futbolístico, Moses tiene una dura historia de vida. Cuando tenía 11 años, sus padres fueron asesinados por grupos musulmanes, debido a que profesaban la religión católica, de la cual su papá era pastor.
La huida a Inglaterra, donde pidió asilo político y fue adoptado por una familia de ese país, le permitió salvar la vida y seguir jugando al fútbol, la gran pasión.
Luego del estreno en el Crystal y de un paso por el Wigan, fichó por el Chelsea, aunque fue cedido varias veces, entre otros clubes, al Liverpool.
Moses ya enfrentó a la Argentina en 2014, donde Nigeria cayó 3 a 2 en un partido muy parejo de primera ronda. Y sueña con la revancha, aunque cree que Islandia, el último rival, es más difícil que la albiceleste de Messi.
Al menos eso declaró hace pocos días, antes del encuentro frente a los islandeses: “Tácticamente, me sorprendieron. Son un muy buen equipo. Son más difíciles que Argentina”.