Fútbol Americano
Tim Vickery 6y

Colombia finalmente se luce en un mundial desparejo para las selecciones sudamericanas

En 2006, Ecuador tuvo su mejor Mundial de la historia. Cuatro años más tarde fue el turno de Paraguay, y luego, en 2014, el de Colombia. Mientras tanto, los últimos dos torneos también fueron los mejores en la historia de Chile, excepto por el de 1962 que jugaron de locales.

De modo que a pesar de que América del Sur no gana la copa desde el quinto campeonato del mundo de Brasil en 2002, el continente ha tenido muchos candidatos estos últimos años. De hecho, solamente un equipo de la CONMEBOL, Ecuador en 2014 (y con algo de mala suerte) no superó la fase de grupos en las últimas dos ediciones. Pero el torneo de este año ha sido más cruel para los sudamericanos.

Es cierto que Uruguay se clasificó sin problemas a la segunda ronda, a pesar de no estar conforme con su desempeño, pero el continente tuvo que esperar a la segunda fecha para anotar su segundo triunfo, que llegó gracias al gol de Brasil en tiempo añadido contra Costa Rica.

Perú ya ha quedado eliminado y la supervivencia de Argentina pende de un hilo. Así que fue un alivio cuando Colombia goleó a Polonia 3-0 el domingo en lo que sin duda fue la mejor actuación de un conjunto sudamericano en el torneo hasta ahora.

Quienes hayan seguido la campaña de clasificación no deben estar demasiado sorprendidos por las limitaciones que ha mostrado este continente. Brasil terminó con 10 puntos de ventaja sobre el resto gracias a una combinación de sus propios méritos y las deficiencias de sus rivales, pero el nivel general fue el peor que hemos visto en los últimos 20 años.

En Rusia, Brasil ha mostrado algo de su mejor nivel por momentos, como en los primeros 20 minutos contra Suiza y los últimos seis contra Costa Rica, pero el hecho de que sus rivales se hayan mostrado más fuertes plantea problemas psicológicos además de técnicos, así que será fascinante ver cómo se manejan de aquí en adelante.

Para ser justos con Perú, hay que decir que a pesar de sus dos derrotas superó las expectativas, y con un poco más de suerte podría haber llegado a su tercer partido con posibilidades de pasar a octavos de final.

Éste es su primer Mundial desde 1982, y para un equipo que no había estado ni cerca de clasificar a los Mundiales anteriores, hizo un buen papel. El equipo de Ricardo Gareca creció muchísimo en confianza estos últimos dos años, y con una selección joven tiene buenas perspectivas a futuro.

Uruguay terminó las eliminatorias en segundo lugar con una formación interesante al final de la campaña, cuando decidieron darles la oportunidad a sus graduados del sub-20. El mediocampo aún no ha logrado imponerse en este Mundial; el 4-4-2 dejó sobrepasados a los dos centrales. Por lo tanto, la formación de 3-5-2 que estuvieron probando en los entrenamientos para el partido contra Rusia tiene mucho sentido y debería ser un experimento interesante.

Argentina tiene la suerte de estar en una posición en la que todavía se puede salvar, y será muy interesante ver si la desesperación de tener la espalda contra la pared disparara su instinto de supervivencia. Al día de la fecha, sim embargo, han replicado esas actuaciones caóticas y desconectadas que han mostrado en la etapa clasificatoria y por las que han podido llegar a Rusia apenas en el último día.

Lo que deja a Colombia, cuya victoria contra Polonia fue muy probablemente la mejor performance que han logrado desde la última Copa del Mundo, en una liga diferente gracias a sus grandes actuaciones no sólo en la clasificación sino además en las Copas América de 2015 y 2016.

La explicación de esto puede tener un responsable: Juan Fernando Quintero. Fue a Brasil como sustituto de James Rodríguez y anotó contra Costa de Marfil, pero, desde entonces, no ha disputado un solo partido competitivo hasta la semana pasada contra Japón.

Perdió forma, enfoque y estado físico y, al parecer, el prospecto de ser parte de otro Mundial ha reavivado la llama y el regreso de Quintero a la selección nacional ha cambiado sus características. Cuando se le permite hacer de las suyas, como ha sido el caso contra Japón cuando convirtió con un tiro libre, siempre está la chance de que algo suceda.

Y con él y James Rodríguez, como sucedió contra Polonia, se da la posibilidad de que haya un fútbol puro, con asociación e imaginación. Con el pase a Radamel Falcao para que convierta entre sus jugadas destacadas, Quintero preparó la plataforma para que Colombia pueda aprovechar los espacios en la defensa polaca y celebrar una victoria memorable.

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