SAN PETERSBURGO (Enviado especial) -- La historia futbolística de Franco Armani está marcada por hechos desafortunados con un final feliz.
El arquero que tendrá su debut absoluto en la Selección Argentina, nada menos que en el decisivo partido frente a Nigeria, tuvo que sortear bastantes obstáculos para llegar a cumplir su sueño.
El oriundo de Casilda, Santa Fe, llevaba dos años con poca continuidad en Colombia y consideraba seriamente la chance de regresar a Deportivo Merlo. “A la noche me la pasaba llorando y quería volver”, admitió el 1 en varias entrevistas. De hecho había jugado un solo partido y en la definición por penales no había atajado ninguno. Sin embargo, el 12 de julio de 2012 se dio el punto de inflexión. Atlético Nacional disputaba la final de la Superliga ante Junior y el también argentino Gastón Pezzuti, arquero indiscutido del equipo, se lesionó a los 11 minutos del 1º tiempo.
A Franco le llegó la gran oportunidad y en el complemento, se rompió los ligamentos de la rodilla. Pese al intenso dolor, siguió atajando y se consagró en un mar de lágrimas. La rehabilitación lo obligó a quedarse en club, en el que se transformó en ídolo absoluto y ostenta el récord de 13 títulos (superando a René Higuita).
"Mi esposa me llevó a una Iglesia Cristiana y me gustó mucho. Empecé a aferrarme mucho a Dios y a partir de ahí mi carrera empezó a crecer", reconoció el ganador de la Copa Libertadores y de la Recopa Sudamericana con los verdolagas. A los 5 años eligió el arco y no lo abandonó más. Le pidió a su madre un buzo verde como el del Pato Fillol, ídolo de su querido River Plate y de la Selección. Dio sus primeros pasos en Aprendices Casildenses, club en el que su abuelo era canchero. Después de 10 años, pasó a Alumni.
Nada fue sencillo para el nacido ¬el 16 de octubre de 1986. Debutó en Primera a los 16 años. Pasó por las Inferiores en Central Córdoba y Estudiantes de La Plata. En 2007, a los 21 años, firmó con Ferro, donde jugó un solo partido, en abril de 2008, y con un resultado desastroso: 0-4 ante Atlético de Rafaela por la Primera B Nacional.
Para poder llegar a fin de mes, seguía viviendo en la pensión de Estudiantes de La Plata, recorriendo 120 kilómetros por día junto a tres compañeros en un auto compartido. Bajó una categoría para buscar continuidad en Deportivo Merlo y logró el ascenso tras vencer a Los Andres en la Promoción. Felipe de la Riva, su técnico, le adelantó: “Vos vas a ser el arquero de la Selección”.
El 21 de enero de 2010 fue otro día inolvidable en su carrera deportiva. Deportivo Merlo disputó un amistoso frente a Atlético Nacional, Armani tuvo una gran actuación y llamó la atención de los colombianos, que lo contrataron con 23 años.
Lo dicho. Después de soportar la inactividad y una dura lesión, se afianzó bajo los tres palos y se convirtió en un referente. Antes de que se concrete su llegada a River, tuvo un acercamiento que no prosperó. “Armani no se portó bien. Y si nos usó para que su equipo le pague más, no me parece correcto”, disparó el presidente D’Onofrio en su momento.
A principios de 2018, finalmente firmó con el Millonario, que buscaba desesperadamente a alguien que hiciera “olvidar” a Barovero. Franco, que estuvo a punto de ser nacionalizado para Colombia, sabía que al destacarse en Argentina, crecían las chances de ser citado a su Selección.
Sus actuaciones generaron un clamor popular. Sampaoli lo escuchó y citó a su coterráneo de Casilda, que no había formado parte del ciclo. Otro evento desgraciado que lo terminó favoreciendo fue la lesión de Chiquito Romero. Al competir con Caballero y Guzmán, la lucha es mucho más pareja. Y después del error de Willy ante Croacia, le llega la oportunidad de salir a la cancha.
Los cabuleros están felices. Las dos Copas del Mundo que ganó la Albiceleste tuvieron a arqueros de River: Fillol en 1978 y Pumpido en 1986. “No caigo por lo rápido que pasó todo en estos 5 meses en River”, declaró antes de viajar a Rusia.
El momento es ahora. Armani tiene la chance de sumar otro capítulo a su historia de película.