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El milagro de San Petesburgo envía a Argentina a Octavos

BARCELONA -- Milagroso Marcos Rojo, milagroso desenlace, Argentina se metió en los octavos de final mirando de reojo el partido entre Croacia e Islandia después de un gol cuando ya nada parecía estar al alcance de una Albiceleste desmontada y hundida. Que pasó de brillar en la primera mitad, con el mando futbolístico de Lionel Messi a sufrir en la segunda, con Javier Mascherano en el plano y el desastre alumbrando.

Ganó Argentina y consumó una fase de grupos histérica hasta el último instante en que Nigeria tuvo que rendirse a la evidencia tras un partido sin brillantez pero sobrado de intensidad y nervios.

Messi reunió a todo el equipo en el túnel de vestuarios antes de ingresar en el campo para jugar la segunda mitad frente a Nigeria. Ganaba Argentina por 1-0 y Leo, líder indiscutible, hacía aspavientos reclamando cabeza y tranquilidad a sus compañeros. Los octavos de final estaban ahí y no cabía ningún error...

Y a los cinco minutos, en un centro sin más, tres defensores argentinos fueron atolondrados al rechace de un balón para enviarlo a córner. El primer error. Y el segundo, fatal, llegó en el lanzamiento, cuando Mascherano agarró de manera leve pero clara a Balogun provocando un penalti que Moses transformó.

Argentina contra las cuerdas. Después de una primera mitad soberbia de Messi, en la que marcó un gol excepcional, regaló una asistencia magnífica que no aprovechó Higuaín, estrelló un lanzamiento de falta en el poste y se multiplicó tanto en ataque como en defensa, todo se caía por los errores que Leo había proclamado no podían para nada producirse.

De ahí, 51 minutos, al final el partido desembocó en una auténtica batalla sin cuartel. De manera indiscutible el equipo de Sampaoli se olvidó del toque, la calma y el futbol y se marchó con todo hacia ese gol necesario y salvador. Sin cabeza, sin ideas y mirando a ver qué hacía el líder. Cada vez menos clarividente Argentina, Nigeria se defendió con orden y sacó contragolpes que provocaron ya nervios absolutos.

Sin opciones claras de ganar hasta podía perder Argentina... Cuando a cuatro minutos del final un centro de Gabriel Mercado lo remató raso y ajustado Marcos Rojo a la red. El milagro se había consumado.

El Mundial empieza ahora. Messi apareció en el momento definitivo y Argentina logró dar la vuelta a toda la depresión que la atenazó en los días previos. Cuando Messi está en el campo, a fin de cuentas, todo es posible.