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La Selección Mexicana salió librado de su primer tiempo más sufrido en lo que va de la Copa del Mundo. El Tri fue asediado por Suecia, pero mantuvo su portería imbatida para irse con un empate sin goles al final de los primeros 45 minutos. El comienzo de partido del Tri no fue el más esperado. Prueba de ello fue que desde el segundo 13, Jesús Galallardo fue amonestado con lo que fue la tarjeta amarilla más rápida de la historia de las Copas del Mundo. Luego, las llegadas de Suecia al área del combinado mexicano fueron constantes, pero Guillermo Ochoa apareció en más de dos ocasiones para meter las manos y evitar el gol de los escandinavos. Las jugadas a balón parado fueron las más constantes de los suecos, quienes continuamente ganaron en la disputa área para rematar de cabeza. De acuerdo a las estadísticas de FIFA, Suecia se aproximó en ocho ocasiones a la meta defendida por Ochoa y cinco de esos remates fueron entre los tres postes. El portero mexicano, para fortuna del Tri, siempre estuvo atento para evitar la caída de su marco. Una de las jugadas que más sufrió México fue una controversia sobre una posible mano de Javier Hernández, que incluso fue revisada con el VAR, pero finalmente no fue señalada como penalti. Al ataque, el juego del Tri tampoco fue tan efectivo como en sus presentaciones anteriores en las que siempre anotó en los primeros 45 minutos, pero en esta ocasión no dispuso de una jugada tan clara como para dar con las redes, fuera de un disparo cruzado de Carlos Vela, que rozó el poste del arco rival.
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