Fútbol Americano
Damián Didonato 6y

Lo impensado: Alemania afuera de carrera

SAMARA (Enviado especial) -- La historia de las Copas del Mundo está repleta de sorpresas. Son tantas que casi se puede decir que, lejos de ser una excepción, en realidad conforman la regla. En los Mundiales hay más posibilidades de resultados inesperados que en cualquier otro campeonato. Las presiones, los nervios y las motivaciones nacionalistas pesan mucho más que en cualquier otro contexto y por eso es un ámbito fértil para los batacazos. Más allá de esto, hay momentos que, de tan impensados, se convierten en leyenda de forma inmediata. La eliminación de Alemania en la ronda inicial de Rusia 2018 ya es uno de esos hechos.

La selección alemana clasificó a todos los Mundiales desde 1954 y nunca se había despedido en la fase de grupos. Sólo una vez, en 1938, quedó afuera en primera rueda, cuando el certamen comenzaba en los octavos de final. En Francia, un combinado que ya sufría la Guerra cayó por penales frente a Suiza. Aquella fue la derrota fundacional de Alemania como potencia absoluta. A partir de allí, ganó cuatro títulos, perdió cuatro finales y otras tres veces se metió entre los cuatro mejores. Ningún otro seleccionado estuvo ni cerca de esa permanencia en la élite. Hoy en Kazán se terminó una época.

En el Mundial más sorprendente de los últimos años, un batacazo de esta magnitud era probable. Por contagio. En Rusia se llevó hasta el límite la sensación de que todo puede ocurrir. Desde el partido inaugural, con un improbable 5-0 de Rusia sobre Arabia Saudita, hasta la clasificación agónica de Argentina o el empate en el debut de un Brasil que llegaba con el aura de los campeones. Todos las certezas se pusieron en duda. Los candidatos dejaron de serlo apenas la pelota empezó a rodar.

Sin embargo, muchos pensaron que Alemania iba a terminar clasificando por peso propio. Por el simple hecho de que jamás había fracasado de este modo. Porque la caída en el debut le puede pasar a cualquiera. Un mal partido lo tienen todos y no sería la primera vez que un campeón cae en la fase inicial. Eso era lo que se veía en la superficie, pero más profundo estaban los problemas. Porque después de la Copa Confederaciones todo dejó de ser color de rosa.

"Durante décadas creímos ser los mejores porque los clubes se acostumbraron a que los jugadores crecieran en los árboles. Tradicionalmente, los alemanes eran más fuertes que los otros, más disciplinados... Pero la arrogancia hizo que nos estancásemos. Se hizo un vacío. Hasta que Matthias Sammer empezó a trabajar con los juveniles". Hace ocho años, Günter Netzer, campeón del mundo en 1974, hizo un análisis de la situación del fútbol alemán. Hoy, después de años de un proyecto serio y a la largo plazo un término reaparece: "arrogancia".

Fue el seleccionador Joachim Löw quien la mencionó minutos después de la derrota histórica contra Corea del Sur. El DT que todavía es campeón del mundo dijo que probablemente hayan pecado de arrogantes en la preparación para el campeonato y que eso les costó la caída frente a México en el debut. Un diagnóstico rápido es la mejor forma de curar enfermedades y es probable que uno de los principales errores de Alemania en Rusia haya sido una "relajación excesiva".

Más allá de que la Nationalmannschaft viene mostrando dificultades desde hace varios partidos y que en los amistosos previos se vio con mayor claridad que el juego no fluía de la misma manera que en Brasil y que algunas de las nuevas piezas no se terminaron de acoplar a los experimentados, una eliminación tan tempranera no entraba en los cálculos de nadie. Excepto del fútbol mismo. En este juego caben todas las posibilidades. Las más simples y fáciles de ver y las más recónditas. Como la derrota de un campeón defensor repleto de figuras ante una Corea del Sur ya eliminada. Eso es historia.

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